Alvaro Arbeloa es un futbolista que recientemente se ha retirado del futbol profesional y que, entre otros equipos, jugó en el Real Madrid. Es muy activo en las redes sociales y en numerosas ocasiones ha mantenido polémicas con Piqué por razón del catalanismo de éste y del recalcitrante españolismo del que hace gala mi tocayo. Este año, no se si por ocurrencia propia o por sugerencia de Adidas, de cuya mano vino, decidió correr la Behobia con su amiguete Xabi Alonso, también retirado hace poco. Quiso el azar de un sorteo con ordenador que al salmantino le correspondiera el dorsal 155.

Hasta hace algún tiempo, cuando alguien largaba mucho se decía que era un bocazas, ahora se dice que Fulano ha colgado una información en su cuenta de twitter. Pues bien, nada mas recibir la noticia del numero de su dorsal, este futbolista jubilado se apresuró a colgarlo en la red social, lo que fue interpretado, con su aquiescencia, como que correr con el dorsal de marras debía interpretarse como un guiño al 155 que ilegalizaría la autonomía catalana y el procés, frente al que el exmerengue se había mostrado muy contrario desde hacía tiempo. La largada insinuante sobre el carácter del guiño incendió las redes hasta el punto que el Fortuna club organizador de la prueba desde hace mas de 50 años se vio obligado a sacar una nota aclaratoria de que todo era fruto del azar, y calificando de no muy afortunada la filtración de Arbeloa.

Total que el día de la carrera se presentó en la salida con su flamante dorsal y con un acompañante que también correría junto a él, o mejor dicho tras de él, porque era, ni mas ni menos que su escolta o guardaespaldas o esbirro, como cada uno prefiera llamarle, que se encargó de su innecesaria custodia durante toda la prueba.

Arbeloa hizo muy buena marca, menos de 1,17, pero no es de extrañar, porque el ángel protector que le seguía corría con pistola.