URRUTIK.-GALARZA 16

ALTUNA III-MARTIJA 22

De la apasionante final del normalmente frío Bizkaia al gélido partido del hervidero del Labrit en apenas seis días, el cambio de modalidad le ha sentado mucho mejor a Jokin Altuna, que fue el único capaz de subir la temperatura del álgido partido que dio comienzo al Parejas en Iruñea. Además de rematar con acierto, el de Amezketa fue capaz de marcar los ritmos del partido y, sobre todo, de hacer mucho más liviano el aterrizaje de Julen Martija a la elite.

Porque aunque los titulares y los comentarios de la previa se los llevaron los delanteros, el de ayer era un choque por parejas y precisamente fue en eso que se dice «sumar como pareja» donde se mostraron mas fuertes los pelotaris de Aspe.

Y es que, aunque Ladis Galarza ya tuvo su primer contacto con la máxima exigencia competitiva hace unos años, el de ayer era el bautismo del de Baraibar y Julen Martija en el Parejas y los nervios se notaron desde el principio.

Tres fallos casi consecutivos del zaguero de Asegarce dio la primera renta a la joven pareja de azul, pero Jokin Altuna debió ayudar tanto o más a su zaguero en tareas de intendencia que lo que debió hacerlo Urrutikoetxea con su guardaespaldas.

Más incisivo

Así, mientras Jokin Altuna era capaz de encontrar huecos dentro del lodazal en el que se convirtió el partido, con tantos poco peloteados, a Mikel Urrutikoetxea ayer no le daba para más. Galarza le tomó algo el pulso el partido, pero necesitaba un faro adelante que ayer el de Zaratamo, poco incisivo en ataque, no era capaz de ofrecer. Solo con una pelota algo viva que atropellaba a Martija hicieron daño los colorados.

Así, también el de la Sakana fue soltando tensiones y metiéndose en calor, con lo que obtuvieron una victoria que debió ser más abultada en el marcador pero que los de Asegarce lograron maquillar algo en la parte final del choque, con dos tantos en sendas escapadas.