Arnaitz GORRITI
DELTECO GIPUZKOA BASKET

El peor partido llega con la mejor entrada en Illunbe

Los donostiarras cayeron en un mal partido tras un último parcial de 13-23.

DELTECO GBC 60

ANDORRA 64


Justo el día en el que Delteco Gipuzkoa Basket conseguía meter más de 3.000 espectadores en Illunbe por primera vez en lo que va de temporada; justo ayer, el equipo donostiarra cuajaba su peor partido en casa. Y justo ayer, ante el mejor aforo de lo que va de campaña, caía de la forma más dolorosa posible ante Morabanc Andorra: encajando la remontada rival con un parcial de 13-23 en el último cuarto de encuentro.

El baloncesto es un juego precioso, pero a veces es un juego muy cruel. Pero siempre es un juego y, como tal, tiene su componente de azar, sobre todo en lo que respecta al acierto. Al final, una mala jugada se puede arreglar con un tiro certero, pero una buena jugada puede terminar en nada por un balón que da en el hierro del aro. Ninguno de los dos equipos atinó con el tiro, creándose una malsana competencia de quién fallaba más. Los de Porfi Fisac pudieron arreglar su 20 de 68 en tiros de campo –7 de 31 en triples– capturando ¡50! rebotes, pero con 21 balones perdidos, pagaron caro tal desatino.

La escuadra visitante tampoco cuajó un buen partido. Más aún, seguro que a día de hoy tanto Joan Peñarroya como sus ayudantes y su plantel se están preguntando cómo fueron capaces de ganar ayer. Con un 23 de 62 en tiros de campo –4 de 31 en triples– y 14 de 25 en tiros libres, los andorranos pusieron todo y más de su parte para caer derrotados. Pero no. No, porque tuvieron en el pívot polaco Karnowski el ejecutor de las últimas canastas de Morabanc Andorra, haciendo valer su corpachón cerca del aro. No, porque Stevic, Blazic –pese a su 6 de 13 en tiros libres– y Jaime Fernández compensaron saliendo del banquillo el horroroso partido de los titulares visitantes, capaces de sumar entre los cinco solo 18 puntos –¡y suerte de los 10 de Jelinek!–. No, porque Jordan Swing, con 1 de 9 en tiros de campo, no se pareció al del día de Fuenlabrada, y sí a su versión más sombría.

Héroes sin plan

De nada sirvió la arrancada con 7-0 de los donostiarras. De nada sirvieron las posteriores arrancadas que llegaron de la mano de Norel, Clark o Kenny Chery. GBC se sentía incómodo porque no rompía el partido, ante un rival que fallaba sin parar, pero seguía con opciones.

Y esa incomodidad provocó nervios, errores, pérdidas y pésimas decisiones en el bando local. Chery quiso disfrazarse de héroe, pero aunque se puso la capa, no tenía plan. Y en Andorra, Karnowski y Blazic tenían plan y capa. Y al final ganaron.