Ion Salgado
Periodista
IKUSMIRA

200 millones de euros en juego

El pasado mes de mayo el PNV apoyó los presupuestos de Rajoy a cambio de un acuerdo sobre el Concierto Económico y el Cupo. Los jeltzales lo vendieron como una victoria sobre un Gobierno en minoría que tiene que sacar la cartera para poder pactar las cuentas. Un triunfo «sin complejos», tal como señaló el propio Andoni Ortuzar, que no se repetirá en los próximos meses.

En esta ocasión la baza negociadora ha cambiado de manos. Ya no es el PNV el que puede poner contra las cuerdas al Ejecutivo español. Ahora es Madrid quien puede presionar. Y lo puede hacer con los 200 millones de euros que pueden costar a las arcas de la CAV la reorganización de Mercedes-Benz. Un cambio societario que repercutirá en la recaudación de la Hacienda foral alavesa.

Visto con perspectiva, no es de extrañar que Soraya Sáenz de Santamaría aprovechase su visita estival a Gasteiz para sacarse una foto en la planta de la multinacional alemana, en la que trabajan más de 4.000 personas. Sin duda uno de los pilares sobre los que se sustenta la economía de la CAV.

Y tampoco extraña que el PNV se haya apoyado en el PP para sacar adelante las cuentas de las principales instituciones –salvo las del Ayuntamiento de Gasteiz–, y haya firmado con la derecha española una reforma fiscal que, lejos de incrementar la recaudación, recoge una bajada de tipos en el Impuesto de Sociedades. Algo difícil de vender al electorado del PSE, socio de gobierno de Iñigo Urkullu.

Solo falta que el PNV vuelva a apoyar las cuentas del Estado. Esta vez para no perder 200 millones de euros.