Rebote
Estoy como de rebote en una extraña encrucijada: no sé si estamos en época pre-electoral, postnavideña, pre o post vacacional o esperando a que el roscón de reyes se convierta en un roscón de “Pasapalabra”, donde Christian Gálvez se equivocó dando una respuesta como válida que era errónea, provocando una igualada que tuvo que rectificar sobre la marcha. Estos programas están grabados, por lo que si se mantuvo es porque el equipo decidió que ganaba prestigio y credibilidad dejando esa cagada del que parece infalible y que tiene las respuestas escritas en una ficha. Es una buena táctica. Aunque la concursante afectada pilló un buen rebote.
Las cifras y las letras de las estadísticas del paro no dejan de producir errores inducidos, errores semánticos y alucinaciones globales. Si baja, no baja y si sube, sube mucho, o sube de manera relativa porque baja la cotización, se maquilla todo y es cuestión de entender los detalles más que los datos. Es aquello que los que comíamos pastel de cabracho llamábamos leer entre líneas, ya no hay líneas en las pantallas, pero sí en los conceptos, porque en periodo de descanso de actividad oficial, cuando sacan la propaganda del paro, los del PP tienen siempre una inauguración a mano, aunque sea para que aparezca el jefe de la banda M. Rajoy remojado como un patito feo y ladrón y contarnos de rebote una de sus postverdades más auténticamente falsas.
Aunque el rebote, pero del bote, bote, carca el que no bote, la reacción de los ediles de Madrid del PP y Cs, porque en Vallecas va a salir una carroza en la cabalgata de reyes, entre dieciocho, con tres mujeres vestidas con pijamas de animales, como reinas adjuntas. Han montado un belén. Son casposos por afición y cuna. Se escandalizan por decreto y misión. Pero les dan cancha en programas estatales y nos enteramos. ¿Por qué será?