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LA GUERRA INCONCLUSA DE COREA

Pyongyang y Seúl ultiman una primera fase de deshielo bilateral

Las dos Coreas optaron por aliviar la tensión regional tras una histórica reunión en su frontera, en la que acordaron reanudar los contactos de tipo militar y facilitar la participación norcoreana en los Juegos de PyeongChang. Un primer paso simbólico, pero al que deberán seguir otros de más calado para mejorar las relaciones bilaterales.

El encuentro, el primero de alto nivel que celebran los dos países en más de dos años, se celebró en un ambiente de inusual cordialidad en la aldea de tregua de Panmunjom, en la militarizada frontera intercoreana.

Pyongyang aceptó la propuesta de Seúl para llevar a cabo futuras conversaciones militares para atenuar la tensión en torno a la frontera, seguir manteniendo reuniones de alto nivel para mejorar sus lazos e incrementar los intercambios en varias áreas aún por determinar.

La delegación norcoreana añadió que ha reabierto y que comenzará a reutilizar hoy una de las líneas destinadas a comunicaciones militares en la costa oriental de la península. Pyongyang decidió dejar de utilizar esta y el resto de líneas de comunicación Norte-Sur en febrero de 2016 en protesta por la clausura de un polígono industrial intercoreano aprobado por Séul.

Estas medidas reducen el riesgo de errores de cálculo militar en la frontera entre los dos países, que técnicamente siguen en guerra desde 1950 (el armisticio se firmó en 1953).

A su vez, Pyongyang respondió afirmativamente a la invitación del Sur para participar en los Juegos Olímpicos de Invierno de febrero en el condado surcoreano de PyeongChang y enviará a «una alta delegación del Comité Olímpico Nacional –se especulaba con la presencia en ella de la hermana menor de Kim Jong-un, Jo-Jong–, animadoras, artistas, un equipo de demostración de Taekwondo, y un servicio de prensa».

La delegación norcoreana, liderada por Ri Son-gwon (que dirige el Comité para la Reunificación Pacífica de Corea), cruzó a pie la línea de demarcación y portaba sendos retratos del fundador del país, Kim Il-Sung, y de Kimg Jong-Il, su sucesor y padre del actual líder. La delegación surcoreana, comandada por ministro de Unificación, Cho Myoung-gyon, reiteró su petición para retomar por primera vez desde octubre de 2015 los encuentros de familias separadas por la guerra.

Tampoco trascendió si la delegación norcoreana exigió la suspensión definitiva de las periódicas maniobras militares conjuntas entre Corea del Norte y EEUU, postergadas hasta después de los juegos.

Koh Yu-Hwan, de la Universidad Dongguk, es realista: «Las dos partes llegarán sin problemas a un acuerdo sobre los juegos. Pero, ¿y después?».