Etxerat espera para hoy por la tarde la llegada del preso gravemente enfermo Ibon Iparragirre al Hospital Aita Menni de Arrasate, donde pasará a estar recluido en una unidad especial por decisión del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. Todo lo que rodea al caso de Iparragirre está marcado por la excepcionalidad y la crueldad, y el traslado no ha sido una excepción: pese a que la defensa había reclamado que fuese traído en ambulancia, en base lógicamente a los informes médicos que hablan de riesgo de fallecimiento si contrajera una enfermedad por sus escasísimas defensas, el preso de Ondarroa está siendo desplazado en conducción habitual. El mismo sistema que, según se ha denunciado muchas veces, eterniza los traslados entre cárceles (presos han llegado a estar una semana de cárcel en cárcel).

Entre la prisión de Alcalá-Meco y el Hospital de Arrasate hay cerca de 387 kilómetros. El trayecto por carretera se recorre en unas cuatro horas. Pero si se cumple la previsión de Etxerat, Iparragirre estará 48 horas en tránsito, pasando dos noches de escala en puntos no precisados, con el consiguiente peligro de contraer alguna enfermedad.

La asociación de familiares recuerda que el juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro, si bien desestimó la excarcelación que se esperaba, acordó aplicarle el artículo 100.2 del reglamento penitenciario debido a su «situación límite», e ingresarlo en Aita Menni. «No podemos, por lo tanto, sino mostrar nuestra contrariedad y preocupación por el hecho de que se actúe nuevamente con suma crueldad, con este largo y tortuoso traslado», censuró ayer en una nota.

Etxerat recuerda en este mensaje que actualmente hay otros 21 presos vascos con enfermedades graves que siguen encarcelados. «Es imprescindible que salgan de la cárcel. Es labor de todos y de todas continuar implicándose y trabajar para que sean respetados los derechos de los presos vascos y sus familiares y allegados».

La llegada de Iparragirre a este nuevo destino se prevé para hoy a partir de las 16.00.

Aldasoro, libre después de 20 años de Miami a Murcia

El otxandiarra Ramón Aldasoro recobró ayer la libertad tras dos décadas de cautiverio. Fue recibido y acompañado a casa por familiares y amigos.

Su periplo carcelario ha sido largo y movido, puesto que fue detenido en 1998 en Miami (Estados Unidos) y extraditado al Estado español, donde ha acabado cumpliendo condena en Murcia. La Audiencia Nacional intentó estirar su periodo de cárcel hasta 2024, pero tras prosperar un recurso ya ha quedado libre.

Mendia (PSE) insta a Madrid a acercar y a soltar a los enfermos

El discurso del PSE en favor de cambios en la política carcelaria es cada vez más nítido y contundente. Su secretaria general, Idoia Mendia, defendió ayer en Onda Vasca que se aprovechen las peticiones legales que están haciendo los presos para proceder a su acercamiento a Euskal Herria. Consideró entre otras cosas que estar en su entorno «puede ser positivo por la influencia de sus familiares». También animó al Gobierno del PP a liberar a los que se encuentran enfermos: «Debieran ponerlos en tercer grado y enviarlos a sus domicilios para que terminen de cumplir condena en un ámbito que les permita gestionar sus enfermedades mejor», señaló. GARA