UN SUPERORDENADOR GUARDARÁ EL GENOMA DE LOS NAVARROS
Las puertas de la gigantesca computadora que custodia y procesa los datos privados de los navarros se abrieron ayer con motivo de la instalación de un nuevo «cerebro». El aparato está destinado a procesar un banco genético que ya ha empezado a recopilarse.
S u emplazamiento no es del todo un secreto. No obstante, los periodistas que participaron en la visita al superordenador, recibieron una llamada de Interior recomendando obviar en sus informaciones el lugar donde se encuentra la enorme computadora que custodia los datos más personales de los navarros, también conocida como CPD. Para acceder al edificio, hace falta una tarjeta electrónica. Todos los trabajadores de la empresa pública Nasertic tienen una, pero no vale para cruzar todas las puertas del laberíntico edificio. Algunas zonas del edificio tienen un nivel de seguridad suplementario. Y solo unos pocos cuentan con las tarjetas especiales que dan acceso a la sala del CPD.
La habitación en concreto es bastante grande. En el centro, una gran urna de cristal protege el CPD. A día de hoy, el ordenador tiene forma de pasillo de unos diez metros de largo y cerca de uno de ancho. A ambos lados, rejillas negras protegen los discos duros, servidores y el resto de la potentísima maquinaria donde parpadean continuamente lucecitas verdes. Dentro de la urna, se escucha el fuerte zumbido de los ventiladores que refrigeran continuamente los circuitos. Iñaki Pinillos, gerente de Nasertic, explica que la habitación es tan grande porque el anterior superordenador ocupaba todo el espacio. Conforme la tecnología avanzó, el CPD se ha ido haciendo más y más pequeño. El sentido de la urna acristalada es, principalmente, el de no refrigerar toda la sala.
Al comienzo del pasillo, están ubicados los cortafuegos, esas barreras electrónicas que preservan los datos de eventuales ataques de virus o de piratas. Conforme avanza, Pinillos va explicando qué datos están ubicados en cada parte del CPD: historiales médicos, registros burocráticos, imágenes... Cuando llega a la mitad del pasillo, abre una especie de taquilla metálica con doble puerta. «Aquí es donde están los datos de Hacienda de todos los navarros», asegura. «Cuando en las oficinas de Hacienda piden tus datos, entran a buscarlos aquí. Solo los bancos y las administraciones públicas tienen equipos como este». Pinillos no se detiene demasiado, porque el verdadero motivo de la visita aguarda un par de metros más adelante.
La nueva joya de la corona es el procesador IBM Power9 y es el primero que se ha instalado en el Estado. Este aparato es la base de las computadoras más potentes que existen hoy en el mundo. En Nafarroa, se ha montado sobre una estructura que es capaz de procesar con una memoria RAM de 5 Teras (5.000 gigas), es decir, unas mil veces más potente que un ordenador corriente. Las distintas piezas están conectadas por cables que transmiten unas 10.000 veces más rápido que la fibra óptica. El software que lo controla todo de Lynux y se emplean aplicaciones libres para cruzar los datos. En suma, el aparato ha costado un cuarto de millón de euros y ocupa el espacio de un frigorífico. El objetivo es destinarlo casi en exclusiva a lo que, a priori, parece el mayor reto que ha acometido hasta ahora Nasertic: procesar y hacer operaciones de supercomputación sobre un banco genético que ya ha empezado a recopilarse.
Informática, salud y seguridad
El genoma humano contiene una cantidad de información asombrosa en términos informáticos. Pinillos explica que los datos genéticos de un único individuo ocupan un espacio cercano a los 350 gigas. Es decir, equivalen la capacidad de almacenamiento de 23 cuentas de correo de Gmail. Y ese ordenador del tamaño de un frigorífico se empleará para buscar, comparar, analizar y hacer esa información accesible para las personas autorizadas a consultarla. «La idea es que los datos estén el día de mañana disponibles para los médicos de cabecera», comenta el responsable de Nasertic.
La ventaja de esta inversión estratégica que ha realizado la consejera María José Beaumont es agilizar las pruebas genéticas y no depender de las infraestructuras estatales. De este modo, la sanidad navarra podrá avanzar en terapia personalizada sin tener que esperar a los demás territorios. Actualmente, ya está en marcha el proyecto NAGEN 1000, que lidera el centro de investigación público Navarra Biomed y el propio Complejo Hospitalario. El proyecto pretende mapear el genoma de mil navarros y sus familiares que tienen alguna enfermedad de carácter genético, incluidos cánceres. Por ahora, ya hay 300 genomas almacenados y se alcanzarán los mil en breve. Serán estos datos los primeros en introducirse en los discos duros del nuevo CPD.
Una vez terminada la visita, otro de los responsables de Nasertic revela que, en realidad, no hay un superordenador, sino dos. El segundo está ubicado no muy lejos y guarda una copia de seguridad de todo. Ese jamás ha abierto sus puertas a la prensa.