La huelga continúa en marcha por una educación de mejor calidad
Hoy se llevará a cabo una nueva jornada de huelga en la educación pública. Tras meses en lucha, y si bien LAB ya ha llegado a acuerdos en algunos sectores, hay un largo camino por recorrer para mejorar la situación de precariedad que, a juicio de los sindicatos, se traduce en una calidad menor.
Sexta jornada de huelga en la educación pública de la CAV. 11.30 de la mañana junto al Parlamento de Gasteiz y solo un pequeño grupo con banderas sindicales se reunía a sus puertas. No parecía que media hora después aquello se iba a convertir en una gran protesta, pero así fue. Profesoras y profesores (eran la inmensa mayoría) paralizaron el tráfico del centro con su marcha hacia la sede del Gobierno autonómico en Lakua.
Antes de partir, los representantes sindicales quisieron expresas sus sensaciones. Miren Zubizarreta, de ELA, se mostró contenta con el seguimiento que la huelga estaba teniendo, «similar a las anteriores», aunque admitió que en el Consorcio Haurreskolak estaba siendo menor debido al acuerdo alcanzado por LAB, sindicato mayoritario en ese sector. «El Gobierno se ha llevado una sorpresa y, aunque ha intentado seguir una estrategia para neutralizar la movilización, ha quedado claro que no lo han conseguido. Queremos hacer hincapié en los sectores más feminizados y precarios: cocina y limpieza, educación especial y haurreskolak. Creemos que el Gobierno tiene que poner sobre la mesa propuestas verdaderas y con contenido», señaló, sin dar todavía muchos detalles sobre el seguimiento de la huelga.
Su compañera Ana Pérez, de Steilas, sí ofreció los datos manejados hasta ese momento, indicando que estaba en huelga en torno al 75% del profesorado, del 66% en limpieza y cocina, sobre el 60% en educación especial y del 30% en Haurreskolak. Datos que contrastan con los difundidos por el Departamento de Educación, que indicó que el seguimiento fue del 44,7% entre los docentes, del 24,4% en la educación especial, el 18,2% en cocina y limpieza, y el 15,6% en haurreskolak.
Por otro lado, Pérez subrayó que «después de quince meses de movilizaciones hoy es una nueva demostración de que hay motivos suficientes para salir a la calle. Los trabajadores han entendido que la oferta que nos está haciendo el Departamento de Educación no llega, ni con mucho, a lo que estamos solicitando. Llevamos años pidiendo que se reviertan las medidas y los recortes que de manera unilateral decidieron aplicar, que nuestras reivindicaciones son claras, son nuestros derechos laborales, pero que tienen una incidencia directa con la calidad de la enseñanza publica».
En nombre de LAB, que mantiene el llamamiento a la huelga entre el personal docente, tomó la palabra Aitor Nuñez: «Queremos subrayar el valor de la lucha obrera, de las movilizaciones y de la confrontación con la Administración, pues estamos viendo que da sus frutos. Hay colectivos en los que hemos conseguido unos acuerdos que mejoran bastante la calidad de la educación y el servicio que se ofrece, e incluso las condiciones laborales», aseguró.
Al mismo tiempo, dijo que no entienden cómo la mesa sectorial del profesorado sigue bloqueada y exigió al Ejecutivo de Iñigo Urkullu que «convoque la mesa lo antes posible y, aparte de mejorar y desarrollar las propuestas que ya están sobre la mesa, pedimos que traigan propuestas con contenidos relacionados directamente con la calidad educativa. La afiliación ha hablado muy claramente: nos exige que se hable de ratios, de recursos complementarios y de sustituciones desde el primer día», precisó.
«Llevamos años con las mesas totalmente bloqueadas, siete años sin ninguna propuesta, y hemos visto que, gracias a las movilizaciones, por fin la Administración está empezando a traer a las mesas contenidos relacionados con nuestra tabla de reivindicaciones. Por tanto –subrayó–, las huelgas están más que justificadas y la afiliación así lo respalda». «Nuestro mayor logro es que se ha comenzado a dar pasos hacia la negociación», incidió.
En el acto final, ya en Lakua, los portavoces aprovecharon para trasladar sus mensajes. Cuando LAB se congratuló por los acuerdos alcanzados en cocina y limpieza, y el Consorcio Haurreskolak, se escucharon abucheos y gritos de «Batasuna!».
Por unos ratios más bajos
En la manifestación se mezclaban personas adultas de diferentes edades con niñas y niños cuyos profesores hacían huelga. Ana, de Gasteiz, estaba acompañada de sus hijas de 7 años. «No nos dijeron qué profesores hacían huelga y cuáles no, pero yo tenía claro que no las iba a llevar al colegio», comentó, explicando que quiere enseñar a sus hijas que hay que luchar por lo que se quiere lograr. Particularmente, dado que sus hijas están en segundo de primaria, está en contra de la revalida de cuarto, pues opina que se somete a los pequeños «a una presión que no sirve para nada a esas edades». En su opinión, «el modelo educativo de antes no era el mejor, pero no estaba mal».
Un poco más atrás estaban Marta y sus dos compañeras. Las tres imparten educación especial en un colegio de Bilbo. Marta opina que cada vez hay peores condiciones en la enseñanza pública. En lo que a ellas les afecta, cada vez tienen que atender a más alumnos y eso hace que no puedan atenderlos como deben. «Además, lo notamos en la salud física pero también sicológica, porque trabajamos muy cerca de ellos y en todos los ámbitos».
Peio, profesor de bachiller del instituto Zubiri Manteo de Donostia, marchaba junto a su compañero Igor, que acaba de conseguir una plaza tras años de sustituciones. «Para mí, lo primordial es que se baje el ratio; yo tengo a 27 alumnos en mi aula», resaltó.
A Igor le gustaría que haya mayor estabilidad laboral y que se realicen las sustituciones desde el primer día. «En la educación secundaria antes se hacían sustituciones a partir de los siete días; ahora, cinco. Y esos días los tenemos que hacer los demás profesores», manifestó. Ambos señalaron que, cuando eso ocurre, pasan la hora lectiva como pueden porque normalmente no están preparados para impartir la materia que toca.
Además, Peio indicó que en los últimos diez años los profesores han perdido un 15% de poder adquisitivo.
Quienes veían pasar la marcha eran conscientes de la razón de la movilización y comentaban que eran «maestros». «Hay que protestar; si no, no te hacen caso», le dijo un señor a su amigo, a lo que este contestó: «Pues el sábado ahí te quiero ver», haciendo referencia a las manifestaciones convocadas por las plataformas de pensionistas.