Kike DE PABLO
Alpinista
Bobadas alpinas

Patrimonio

El 16 de febrero se ha admitido «El Alpinismo», así con mayúsculas, como costumbre, práctica o actividad humana, aspirante a ser incluida en 2019 en el Patrimonio Inmaterial de la UNESCO acompañando a otro aspirante, este más material, como es el macizo del MontBlanc. Según propias declaraciones de este organismo, el concepto de Patrimonio Inmaterial ha cambiado mucho a lo largo del último decenio y parece que esta actividad humana cumple con los requisitos entre los que se cuenta el que el patrimonio ha de ser reconocido como tal por los grupos humanos que practican la actividad, la mantienen y la transmiten, lo que alpinistas, escaladores o montañeros piensan que cumplen de sobra, orgullosos de los valores de esta práctica y celosos del mantenimiento de la «pureza» de la actividad, cosas que por otra parte asumirían sin complejos los cazadores, taurinos y gran número de colectivos, aunque hay que decir que la UNESCO considera más cosas que las anteriores. Ya sé, o supongo, que el objetivo es la protección de este bien pero soy algo escéptico sobre los medios y mecanismos que pueden utilizar para ello, teniendo en cuenta la casi universal degradación, incluso desaparición, de los bienes materiales, en principio más visibles, incluidos en el Patrimonio. En fin, bienvenida sea la inclusión en la lista, que al fin y al cabo lo que hace es reconocer la socialización de una práctica en otros tiempos minoritaria.