EDITORIALA
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La Unión Europea avanza sus nuevas prioridades

La Comisión Europea presentó ayer su proyecto de presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027. Las nuevas cuentas tienen todavía un largo camino por delante hasta que sean aprobadas, puesto que necesitan el visto bueno de todos los países y del Parlamento Europeo. El proyecto contiene algunas novedades que denotan un cambio en las prioridades del proceso de integración, acordes con los procesos vividos tanto dentro como fuera de las fronteras de la Unión Europea.

En primer lugar, el presupuesto sube aunque la UE contará con un miembro menos. A pesar de ello, el gasto comunitario no llega ni al 2% de la renta, de modo que la capacidad de intervención de las instituciones comunes continuará siendo muy limitada. Este aumento deja traslucir una primera división entre los países grandes, favorables a un mayor presupuestos e impulsores de una Unión a varias velocidades, y los pequeños, que apuestan por una Unión de mínimos y un presupuesto común mucho más reducido. La siguiente novedad es el recorte de los fondos agrícolas y de cohesión, aunque seguirán suponiendo alrededor de dos tercios de presupuesto total. La bajada en estas partidas viene a confirmar el fracaso de estas políticas comunes. No obstante, el recorte en los fondos de cohesión se compensará con otros fondos para reformas económicas e inversiones, lo que parece indicar que la Comisión se inclina por una intervención menos general y más condicionada. Por último, las partidas que aumentan también son significativas del giro que propone la Comisión. Crecen investigación, juventud y economía digital, pero sobre todo aumentan los recursos destinados a política exterior: fronteras exteriores, defensa y acción exterior. La crisis del multilateralismo y los cambios en el mundo están forzando a la UE a desempeñar un papel más independiente y a fijar sus propios objetivos.

Unas cuentas que empiezan a mostrar el nuevo perfil del proceso de integración europea y sus prioridades.