Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

Lo que no pase

El Napoli dice adiós al Scudetto y el Colonia a una Bundesliga a la que asciende un Fortuna Düseldorf al que salvó un grupo punk.

«He aquí el Vesubio, hace poco verde bajo la sombra de los pámpanos...; esta era la morada de Venus... Todo yace sumergido en llamas y en siniestra ceniza. Ni los dioses del cielo hubieran querido que esto les fuera permitido». Así describía el poeta hispano Marcial la devastación de lo que en otro tiempo fue un lugar lleno de vida y la erupción volcánica sepultó de piedra pómez, cenizas, gases y lava la legendaria Pompeya. Un Vesubio a cuyos pies se sitúa la histriónica Nápoles, un volcán donde comenzó la aventura liberadora de Espartaco. El Napoli de Maurizio Sarri quería encarnar al mítico esclavo tracio que liderara la rebelión contra el orden establecido, pero de nuevo apareció la Juventus para hacer las veces de Vesubio y dilapidar cualquier aspiración partenopea. Derbi d’Italia, Inter-Juve, en apenas cuatro minutos el Scudetto cambió de manos, y la ciudad de Nápoles que ya celebraba una derrota juventina se sumió en una eterna noche como la que Plinio El Joven pensó que seguiría a aquella erupción apocalíptica.

En el minuto 85 de partido, y con un hombre menos desde la primera mitad, el técnico del Inter sustituye a Mauro Icardi con 2-1 en el marcador de San Siro. Y dos minutos después, un jugador interista da vida a la Vecchia Signora con un autogol que pone las tablas en el luminoso. Dos después, en el 89, centro al área y allí el vilipendiado ‘Pipita’ Higuaín hace de cabeza el 2-3 que enmudece Nápoles y revive Turín. Otro partido donde la Juventus demuestra que sicológicamente es indestructible. «El fútbol quita, el fútbol da. Orgulloso del carácter de los chicos», eran las palabras de un Massimiliano Allegri que sintetizaba hora y media de partido a vida o muerte: «El fútbol es demasiada teoría… ¿has jugado a baloncesto? Ahí valen los esquemas. Pensáis que en el fútbol, donde se juega con los pies, valgan los esquemas… Esto es el mal del fútbol italiano. El fútbol es simple, no lo hagáis complicado».

Higuaín, de villano a héroe, el tipo al que sus propios compatriotas lapidaron recientemente a insultos en las redes sociales donde lo más bonito que le dijeron fue «cementerio de canelones», «terrorista de choripanes» o «gordo termotanque de sida», fue el autor del gol que va a valer un nuevo título. El héroe napolitano una semana antes había sido el senegalés Koulibaly y su gol en el Juventus Stadium. Al día siguiente del Inter-Juve, el central fue expulsado a los 7 minutos –VAR de por medio– del Fiorentina-Napoli, dejando a los suyos tanto en inferioridad numérica como futbolística ante una ‘Fiore’ que es la archienemiga de los juventinos. La cosa acabó muy mal para los azzurri, 3-0, con tripleta de Giovani, el hijo del ‘Cholo’ Simeone, que apunta muy buenas maneras.

Toda la pinta de que la disputa por la Serie A se ha acabado a falta de tres fechas, cuatro puntos de ventaja para los de Turín y un Napoli que se vuelve a quedar a las puertas. La Juventus de siempre, acostumbrada a superar las bolas de partido, y un Napoli al que pocos peros se le deben poner y cuyo técnico, Sarri, suena como próximo inquilino del banquillo del Chelsea. Para el del Arsenal lo hace Zeljko Bubac, quien fuera segundo de Jurgen Klopp en el Dortmund.

A su futuro entrenador se enfrentó el Bayern de Munich, al Eintracht de Niko Kovac, derrotado 4-1. No deja de ser llamativo que en la temporada de mayor proliferación de técnicos jóvenes en Alemania, al campeón lo entrene Jupp Heynckes (72 años) y al primer ascendido, el Fortuna Düsseldorf, lo dirija Friedhelm Funkel (64 años), que logra su sexto ascenso a la Primera alemana. El Fortuna es nuevo equipo de la Bundesliga, cinco años después.

El histórico club de los hermanos Thomas y Klaus Allofs las ha visto en el reciente pasado de todos los colores, tanto que cuando hace ya años se hundía en la crisis económica y las malas campañas, los ‘‘Die Toten Hosen’’, grupo punk de referencia, decidieron echarles una mano aportando un millón de euros. Y de paso publicaron una canción en la que dedicaban al Bayern Munich lindezas como «¿no es la vida demasiado bonita como para echarse a perder siendo del Bayern?» o, sin eufemismos, «ese equipo de mierda».

El que se confirmó fue el descenso del Colonia, mientras la segunda victoria consecutiva del Hamburgo alienta el milagro de su salvación. Como baja a la Tercera alemana el Kaiserslautern, quien hace veinte años ganaba la Bundesliga. Es el caso también del FC Twente holandés, que en 2010 ganó la Eredivisie; en 2011, la copa holandesa; en 2014 acabó tercero en la liga; y en este 2018 acaba de perder la categoría 34 años después.

Casi tantos años como esos eran los que el Young Boys suizo llevaba sin alzar el título liguero en su país. Lo hizo este fin de semana, 32 años después, ante una invasión de aficionados cuyas imágenes revelan la pasión con la que lo ha celebrado este club de Berna, cuyo nombre lo idearon unos estudiantes allá en 1987 de un equipo que respondía al nombre de Old Boys, que hoy milita en tercera categoría, y en cuya sección de tenis fue descubierto Roger Federer.

Vestidas de hombre, en Irán

El Young Boys juega de amarillo y negro, mismos colores que un Borussia Dortmund alemán en el que con 18 años recién cumplidos, Jadon Sancho anotó su primer gol con la camiseta del BVB. La joven perla ex del City cuajó un encuentro para enmarcar ante el Leverkusen, donde además de abrir el marcador, dio dos asistencias. La primera gran noche de una de las futuras promesas del fútbol. Como lo fue también para Ridle Baku, canterano del Mainz, que iba con el filial cuando recibió una llamada en el autobús: el primer equipo, en puestos de descenso, le reclamaba ante el Leipzig. Se bajó en una gasolinera, le recogieron, debutó, marcó un gol en el minuto 91 y terminó cantando con la afición.

Historias como estas son las que querían ver las cinco mujeres iraníes que se disfrazaron de hombre para disfrutar del título del Persepolis FC en el estadio Azazi Stadium, de Teherán, abarrotado con 95.225 espectadores. El 1 de marzo, 35 mujeres fueron arrestadas frente al mismo campo, donde estaba el presidente FIFA, Gianni Infantino. En este 2018, unas 200 que han protestado contra las reglas de vestimenta obligatoria masculina han sido arrestadas y el presidente, Hassan Rohani, prometió hace un año acabar con la prohibición de acceder a los estadios de las mujeres, pero en vano.

Todo por el fútbol. Como un aficionado del Denizlispor Kulübü turco, que fue sancionado un año sin poder entrar a un estadio, así que el tipo alquiló una grúa para desde el exterior poder ver a su equipo en directo ganar 5-0. En la liga uruguaya el Peñarol jugaba de visitante y la ‘remera’ del arquero coincidía en color con la del colegiado. Dicho y hecho, pidieron una camiseta de portero a un aficionado de la grada y arreglado. En el fondo, como escribía el mexicano Juan Villoro, «un estadio es un buen sitio para tener un padre. El resto del mundo es un buen sitio para tener un hijo». O festejar título en un Old Firm, en casa y ganando 5-0. Séptima liga escocesa seguida para el Celtic en la misma cara del Rangers.