Hamas acusó ayer a Israel de matar a seis integrantes de las Brigadas Ezedin al Qasam con un «aparato de espionaje explosivo» en Gaza y prometió venganza, aunque las autoridades israelíes negaron su implicación. La explosión se produjo el sábado por la noche en una casa en la región central de la Franja de Gaza.

Aunque inicialmente fuentes de seguridad de Hamas anónimas dijeron que los hombres murieron cuando intentaban desactivar un misil israelí lanzado al enclave durante la guerra de 2014 y no detonado entonces, ayer acusaron directamente a Israel. Esas fuentes señalaron que era un «aparato de espionaje explosivo» que se autodestruyó al ser descubierto. Hamas advirtió en un comunicado de que «va a ajustar cuentas» por lo sucedido con Israel y añadió que próximamente revelará más detalles sobre la explosión.

Tres palestinos muertos

En otro incidente separado, el Ejército israelí informó de un ataque aéreo sobre el norte de la Franja de Gaza contra el lugar desde el que supuestamente se preparaban «cometas incendiarias» para ser lanzadas a través de la valla fronteriza.

«Fuerzas del Ejército del Aire atacaron en el norte de la Franja una posición desde donde eran lanzadas las cometas en llamas con la intención de provocar daños en Israel. Seguiremos respondiendo a los atentados terroristas ya sea por encima o por debajo de la tierra. Hamas es la única responsable de cualquier actividad terrorista procedente de la Franja de Gaza», señaló un comunicado militar.

Tres palestinos murieron ayer por disparos israelíes en el este de Jan Yunis cuando se acercaban a la valla de separación, epicentro de la Gran Marcha por el Retorno iniciada el pasado 30 de marzo. Desde entonces, 51 palestinos han muerto por fuego israelí. Organizaciones internacionales, como la ONU, han denunciado el uso excesivo de la fuerza por parte de Israel contra las protestas por el derecho al retorno de los refugiados.