El nuevo secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, aseguró que quiere «trabajar coro a coro con los europeos» para lograr un nuevo acuerdo nuclear que acabe con el «comportamiento nefasto» de Teherán.

En una entrevista a la cadena Fox, Pompeo insistió en que «la retirada (del acuerdo) no tiene como objetivo a los europeos».

El halcón a cargo de la diplomacia estadounidense desde hace dos semanas calificó de ridículo» sostener que la retirada del acuerdo haya supuesto un incremento de la tensión en la región. «Al contrario, fue la entrada en vigor de ese acuerdo en 2015 lo que hizo que los iraníes pensaran que podrían actuar con total impunidad», zanjó.

En la misma línea, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, señaló ayer a la cadena ABC que «desde 2015, Irán avanza militarmente y estaban a punto de hacer bascular el equilibrio del poder en Oriente Medio hasta que el presidente Trump se ha retirado del acuerdo.

No menos halcón que Pompeo, a Bolton le tocó atizar el palo y reconoció que es «posible» que EEUU pueda imponer sanciones a compañías europeas que sigan manteniendo relaciones comerciales con Irán.

Zarif, en China

El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, y su homólogo iraní, Mohamad Yavad Zarif, abogaron ayer en Pekín por mantener el acuerdo nuclear de 2015 pese a la reciente retirada de EEUU.

Zarif viajó a China para iniciar los primeros contactos –que luego continuará en Rusia y Bruselas– con los que busca intercambiar ideas que permitan la posibilidad del mantenimiento del pacto nuclear.

«China adoptará una actitud objetiva, justa y responsable, mantendrá la comunicación y la cooperación con todas las partes involucradas y continuará trabajando para mantener el acuerdo», aseguró Wang Yi.

Zarif agradeció el apoyo de China y destacó la disposición de Irán pero recordó que recordó que es obligación y responsabilidad de todas las partes asegurar que el pacto se lleve a cabo de manera «sostenible, integral y efectiva».