Asier Etxeberria (Ibiriku Deierri, 1998) fue una de las revelaciones de la Bidasoa Itzulia al acabar quinto en la general, primer vasco, en una vuelta en la que fue noveno, tercero y cuarto en las últimas tres etapas en las que asumió el liderazgo tras la caída y segunda rotura de clavícula del año de Jokin Aranburu.

Etxeberria explica a GARA que «después de su caída nos quedamos sin un líder claro y tuvimos que coger el relevo Cuadrado, Iribar y yo. Mi objetivo era la Vuelta a Navarra, todo el entrenamiento iba orientado a ella y no esperaba andar tan bien, pero sí estar adelante. Los puertos de Bidasoa son perfectos para mí, no son muy largos, me gusta mucho subir y he disfrutado con buenas piernas. Se ha notado que el entrenamiento ha valido para algo y a ver si en Navarra sale todo bien».

Llegó a pensar «en ganar alguna etapa, pero el líder y los que iban por delante estaban muy fuertes y no me puedo quejar». De cara a la Vuelta a Navarra destaca que «vienen ciclistas de mucho nivel, pero espero intentar estar adelante. Bidasoa me da mucha confianza, no me esperaba andar tanto este año. El equipo te ayuda a verte adelante, te da libertad. El primer año en la Fundación había mucho nivel y muchos líderes y tenía que trabajar, no puedes ver tu categoría. Nos daban la oportunidad siempre que pillaras una fuga y así en Irun logré un cuarto puesto. Hice algún otro Top 10 o Top 20, pero tocó trabajar y ayudar al equipo, que tuvo muchas victorias. Ahora con más libertad me veo bien adelante y es un plus de motivación».

Agradecido a Jorge Azanza

En la Fundación Euskadi tenía como director a su preparador, Jorge Azanza, que le lleva su trayectoria desde su etapa junior. Tras la decisión de dar el salto a la categoría continental y prescindir del equipo amateur le planteó varias opciones y se quedó con la de AMPO. «Además nos ofrecieron un seguimiento desde el equipo, que no nos iban a abandonar, que iban a seguir nuestra evolución. Jorge es mi preparador, casi todos los días hablo con él, me hace un seguimiento. Me dio la oportunidad de entrenar con el equipo continental y no pude ir al tener clase, pero nos hace sentirnos dentro de su dinámica. Nos ha dado la oportunidad de estar en esta categoría, nos sigue y todo lo que tiene es bueno».

Agradece el paso al AMPO porque «nos dan mucha más libertad sabiendo que el año pasado trabajamos mucho». De cara al futuro valora el paso de la Fundación a continental: «La opción es muy buena, siempre nos han dicho que si andamos nos darán la oportunidad».

Pero no tiene prisa por dar el salto: «Aún es pronto. Solo soy de segundo año y, a parte de querer disfrutar, quiero progresar un poco más en esta categoría. No me veo como para estar arriba, preferiría estar un año más y progresar para, si hay que subir, hacerlo mejor formado».

Tras la Vuelta a Nafarroa, del 23 al 27 de mayo, descansará para afrontar una segunda parte de la temporada en la que espera correr alguna vuelta más.

En bicicleta desde los cinco años

Etxeberria explica que «desde pequeño me ha gustado mucho la bicicleta. Mi padre es un gran aficionado, compitió en masters, y cuando tenía cinco años ya me metió en la escuela y pasé por todas las categorías. Empecé en el Eguesibar y cuando se deshizo el equipo por falta de dinero, pasé al Club Ciclista Aranguren. En cadetes el primer año lo dediqué a aprender, en el segundo con el Quesos Albeniz de Altsasu ya gané dos carreras, en junior dos en cada año, daba un buen nivel y Jorge Azanza ya me estuvo hablando desde la mitad de la temporada. Me hizo un seguimiento y ya antes de terminar firmé por la Fundación Euskadi para el año siguiente».

Vive en Gasteiz porque compagina la bicicleta con los estudios de un Grado Superior de Monitor de Tiempo Libre y en la capital alavesa piensa comenzar el año que viene IVEF. A pesar del salto de nivel que ha dado esta temporada, no tiene prisa para pasar a profesionales ni quiere aparcar los estudios por el momento.J.I.