Kim Yong-chol, estrecho colaborador del líder norcoreano Kim Jong-un, aterrizó ayer en Pekín, desde donde tiene previsto volar hoy a Nueva York, para preparar la cumbre con el presidente de EEUU, Donald Trump, en Singapur, mientras delegaciones de los dos países trabajan al mismo tiempo para concretar la agenda de este encuentro.

La visita de Kim Yong-chol, vicepresidente del Comité Central del partido, supone la de mayor rango político de Corea del Norte a EEUU en casi dos décadas. Se reunirá con el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien visitó recientemente Corea del Norte en dos ocasiones para preparar la histórica cita.

Kim Yong-chol, que también tiene importantes competencias en Inteligencia y Exteriores, está sometido a sanciones internacionales, incluyendo las que el Departamento del Tesoro tiene activadas contra él desde la época de Barack Obama, cuando dirigía la Oficina de Reconocimiento General. Kim comandó esta oficina, considerada el principal brazo operativo del espionaje norcoreano desde su creación en 2009 hasta hace dos años.

Mientras, las delegaciones de Washington y Pyongyang que se reúnen en la frontera intercoreana tratan de ultimar la agenda de la cumbre y lograr acercar posturas en torno al espinoso tema de la desnuclearización y, sobre todo, de determinar si se celebra finalmente en la fecha y el lugar señalados.

Aunque Trump llegó a cancelar oficialmente la cumbre el pasado jueves, se retractó después tras un cruce de mensajes conciliadores con Pyongyang y la mediación clave y directa con Kim Jong-un del presidente surcoreano, Moon Jae-in.