El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, pidió a los obispos tiempo para estudiar la propuesta –de 40 puntos– de «democratización» emanada del diálogo nacional, ahora suspendido, para poner fin a la crisis que atraviesa el país desde el 18 de abril. Una vez que Ortega responda, la Conferencia Episcopal convocará la mesa de diálogo nacional para valorar la respuesta y «la factibilidad de continuar el propio diálogo». La Iglesia propuso en ese foro una reforma constitucional y el adelanto electoral.