Raimundo Fitero
DE REOJO

Cuerpos

Por mi electrodoméstico esencial aparecen decenas de cuerpos de varones tatuados que corren, sudan y se manifiestan con gestualidad impostada. Se pelean por un balón decorado que es el objeto del deseo de un deporte llamado fútbol que parece tiene a medio mundo enganchado. El otro medio mundo y un poco más está pendiente de su propio cuerpo o de otros cuerpos, civiles o militares. En este hemisferio empieza la muda del exoesqueleto de un amplio porcentaje de los mamíferos bípedos. Ya nos quejamos del calor.

Este Mundial nos lo sirve Mediaset que es la cadena del duopolio que más atención presta a los cuerpos. La programación de sus canales está atravesada por espacios donde son los cuerpos en estado de revisión erótica los que prevalecen. Una auténtica escuela de cuerpos desgajados de cualquier signo de inteligencia, pero que cumplen con los valores de consumo de una belleza de catálogo. Mires donde mires, prevalece de manera explícita este mensaje que se convierte en una ideología con tintes supremacistas. Solamente valen quienes tienen cuerpos exuberantes que provoquen sofocos o humedades. El resto, son comparsas de una idea utilitaria de la convivencia. 

Por eso, los cuerpos de los migrantes tan arropados por instituciones y cámaras, han irrumpido en nuestras pantallas para contrarrestar el inicio de las vacaciones escolares. Son cuerpos sufrientes, liberados condicionalmente.

El cuñado del rey y la periodista ha ingresado en la prisión de Brievas, donde Roldán pasó unas largas vacaciones. Es una cárcel para mujeres y se supone que los prisioneros varones VIP, viven en un aislamiento relativo. Un destino ideal para el exduque “emPalmado”. Definitivo: Marichalar era el cuñado bueno. Un cuerpo, dos cuerpos, tres cuerpos. La soledad es un cuerpo que se me escapó.