«Fake news» y promoción
Siempre ha sido una tentación para los partidos en el poder, y más si se perpetúan en él, apropiarse de cualquier iniciativa positiva de la sociedad como propia. Euskal Herria no es una excepción.
Que un investigador triunfe es fruto del entorno favorable creado por Lakua y su I+D+i. Parece razonable. Que una empresa tenga un plan de internacionalización es gracias a las ayudas institucionales. Todo parece promovido por «los perfectos». Ahí estará EITB para hacer un publirreportaje con la consejera de turno o el lehendakari. Si es con ambos, mejor.
Pero el abuso canta. Inaugurar maquinaria en una empresa privada o copar pancartas reivindicativas, si son causas que venden bien, es excesivo.
En esta estrategia, EITB juega un rol determinante como agencia publicitaria del poder, que a diario y con cualquier pretexto nos vende propaganda gubernamental como información. Lo mismo da un foro internacional en Bilbo que una feria del queso en Usurbil.
Vivimos tiempos en los que ideología, ética y valores han quedado en segundo, o tercer plano, y las encuestas, casi siempre interesadas y dirigidas, fijan a golpe de titular las prioridades de políticos, en los que se prioriza la imagen.
Los medios cobran especial relevancia en ese contexto, y televisiones e informativos son esenciales. De ahí, el interés de los partidos por controlarlos. Un ejemplo, el reciente espectáculo en torno a la elección del presidente de RTVE.
Fronteras adentro, tenemos en marcha una campaña de EITB para enseñar a diferenciar entre fake news e información real. ¿Se explicará también la diferencia entre información y propaganda?