Raimundo Fitero
DE REOJO

Semáforos

Faltaba que entraran en las inmensas bolsas de la corrupción los semáforos y el control y gestión de la seguridad vial, como dice el eufemismo opaco, para referirse al cobro de las multas. Y de repente una operación, denominada enredadera, nos coloca ante imputaciones y paso por comisarías de alcaldes y cargos del equipo naranja de Albert todo por España. Ya están todos en el saco. Ya han cruzado el umbral de la incredulidad. Las unidades de Policía y Guardia Civil no paran. Están trabajando a destajo. Como decía la rumorología popular, cuando se aseguraba que los municipales y los de tráfico incrementaban en estas fechas las multas para pagarse las pagas extras. Parece que eran en algunos lugares para pagas extras constantes de algunos políticos corruptos. Y distribuidos por varias comunidades, para que nadie se queje.

Sigue la incertidumbre sobre el nombramiento del nuevo consejo de administración de RTVE. Se ha planteado una batalla partidista en el peor momento. Cuando los nervios están desatados, en el PP por la lucha por el liderazgo, en Cs, por sacar tajada de cualquier cosa, con un lenguaje cada día más tabernario, como si Hernando fuera el único guía político realmente existente en la extrema derecha, y con las imágenes de las furgonetas con los políticos catalanes encarcelados atravesando en furgones policiales las carreteras españolas bajo la solanera de injusticia, sin semáforos, camino de prisiones catalanas, no de la calle, que sería lo lógico.

Los semáforos se abren y se cierran, pero los hijos del patriarcado de La Manada se van de juerga con su abogado, ese ser que aparece en la tele para provocarnos náuseas, en Ibiza, sin recortes, a todo tren. Nadie comprende que estos cafres anden de discotecas, sueltos, y otros en furgones. Hay polémica sobre qué hacer en Sanfermines. Fiesta vindicativa.