Salud no aclara lo ocurrido y avanza medidas contra los denunciantes
El consejero de Salud de Lakua, Jon Darpón, reconoció ayer que ha habido «problemas» en la OPE de Osakidetza, pero rehusó entrar en detalles. Por su parte, la directora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, anunció que han puesto en manos de la Fiscalía la identidad de los médicos denunciantes por «tentativa de actuación fraudulenta».
Todos los medios de comunicación estaban pendientes ayer de las explicaciones del consejero de Salud, Jon Darpón, que compareció en el Parlamento de Gasteiz junto a la directora general de Osakidetza, María Jesús Múgica, para hablar de las irregularidades denunciadas por facultativos y sindicatos en la OPE del Servicio Vasco de Salud. Los periodistas esperaban una explicación por parte del Ejecutivo, nuevos detalles sobre la posible filtración de exámenes. Un extremo que no se dio.
Durante las seis horas que duró la comisión, el consejero reconoció la existencia de un «problema», sin entrar en detalles. «Vamos a cuantificar cuál es el nivel del problema y vamos a ver si somos capaces de resolverlo», apuntó antes de insistir en que el Departamento de Salud tomará medidas disciplinarias en aquellos casos en los que existan «dudas razonables apoyadas por hechos, no por ocurrencias ni opiniones».
«Mediremos los informes sicométricos, valoraremos la información de las actas y si hay que repetir los exámenes, se repetirán», destacó Darpón, quien avanzó que se han abierto cuatro nuevos expedientes de investigación en las categorías de Aparato Digestivo, Medicina Intensiva, Traumatología y Urología. Estos se suman a los ya concluidos en Cirugía Plástica, Cardiología, Anestesia, y Angiología y Cirugía Vascular, que dieron pie a la decisión de repetir cinco pruebas de la OPE en tres especialidades médicas.
Múgica, por su parte, señaló que Osakidetza ha remitido a la Fiscalía los expedientes, en los que se incluyen los nombres de los médicos que alertaron de las irregularidades. Según explicó, los denunciantes, que solicitaron preguntas del examen a miembros de tribunales para tratar de destapar el fraude, han podido incurrir en «tentativa de actuación fraudulenta».
Conviene resaltar que Darpón y Múgica se mostraron recelosos a la hora de hablar sobre la posible filtración de las pruebas. «Es muy difícil demostrar que los exámenes se han filtrado porque no lo va a reconocer nadie, y no voy a acusar a nadie de haber pasado o recibido un examen si no tengo una certeza absoluta», afirmó el consejero, que insistió en el respeto de la presunción de inocencia. En la misma línea, la responsable del Servicio Vasco de Salud remarcó que «no hay constancia documental o visual de filtración de alguno de los ejercicios». «No se puede concluir comisión de fraude o irregularidad», añadió.
José Muñiz, el experto de la Universidad de Oviedo que lidera el equipo encargado de realizar los informes sicométricos de las 86 categorías de la OPE de Osakidetza, también indicó que, pese a que los análisis muestran datos «chocantes» que evidencian la existencia de anomalías, «no se puede decir qué examen se ha filtrado». Al menos, confió en que lo ocurrido suponga un «antes y un después»&flexSpace;y sirva para mejorar el proceso de OPE.
En este sentido, Darpón anunció la puesta en marcha de un proceso de «reflexión» que en los próximos meses estudiará la conveniencia de modificar el proceso de OPE. Entre otras medidas, se baraja realizar pruebas de forma periódica a través de procesos de menor volumen, agrupando categorías; incorporar y estandarizar un análisis sicométrico que garantice la idoneidad de las pruebas y de los resultados; reducir el número de vocales en los tribunales; mantener la participación sindical en los mismos; y estudiar la posibilidad de que todas las categorías tengan una única prueba, cuyo examen se corrija mediantes métodos automáticos.
Críticas de la oposición
Esta última medida ya fue planteada la semana pasada por la parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera, que ayer criticó las explicaciones dadas por el consejero de Salud, al que instó a extender la investigación a las trece especialidades que están bajo sospecha porque, en opinión del grupo soberanista, «los indicios de irregularidades son cada vez mayores».
Ubera desveló un acta en la que los miembros de un tribunal de la OPE apuestan por que las pruebas los diseñe el IVAP para evitar presiones que «han dado lugar a filtraciones de todo o parte del contenido del examen». Además, dio a conocer el email enviado por una subdirectora a una jefa de sección para que ella misma elija la composición del tribunal que va a evaluar el concurso para la adjudicación de dicha jefatura. «Este caso queda fuera de la OPE pero es tremendamente significativo, porque demuestra cómo se funciona en Osakidetza, con amiguismo y sin igualdad de oportunidades», manifestó.
Desde Elkarrekin Podemos, Cristina Macazaga advirtió de la existencia de un «catálogo de prácticas mafiosas» en las OPE, y censuró que los estudios sicométricos elaborados por José Muñiz no son más que una «coartada para que parezca que el Gobierno hace». Una opinión compartida por Laura Garrido (PP), que acusó al Departamento de «hacer un ejercicio de escapismo intentando parapetarse» tras los informes.
Estas acusaciones despertaron el malestar del PNV, que, por boca de Kerman Orbegozo, defendió el «compromiso, el esfuerzo y la dedicación» de las personas implicadas en la OPE. Por su parte, Natalia Rojo, del PSE, reclamó transparencia en un tema que afecta al prestigio de Osakidetza.
La mayoría sindical reclama la dimisión del consejero de Salud
La mayoría sindical vasca reclamó la dimisión del consejero de Salud. «A día de hoy, el señor Darpón no tiene legitimidad alguna para seguir ostentando el cargo, por lo que exigimos su cese inmediato», señaló ELA, que advirtió de que la comparecencia ante la Comisión de Salud del Parlamento de Gasteiz «nos ha servido para constatar que siguen negando la evidencia de las filtraciones, al tiempo que intentan hacernos creer que investigar con rigor algo tan grave como un pucherazo en el empleo público es hacer un estudio estadístico sobre los resultados de los exámenes».
Por su parte, LAB destacó que Jon Darpón «ya no tiene credibilidad». «Todo lo que ha presentado en el Parlamento llega tarde. Han pasado cerca de dos meses desde que saltaron las alarmas y durante este tiempo no ha hecho otra cosa que mentir e intentar taparlo todo, sin buscar soluciones y sin asumir ninguna responsabilidad. El consejero, además de no haber sabido gestionar este problema, ha estado mintiendo a miles de personas que se han presentado a la OPE y a toda la sociedad vasca, afirmando hasta la saciedad que todo se estaba desarrollando de manera óptima», destacó la central abertzale, que también emplazó a la Fiscalía a que «lleve la investigación hasta el final».
ESK afirmó que «una investigación llevada adelante por las mismas personas que conforman tribunales» de esta Oferta Pública de Empleo «carece de credibilidad». «Mucho nos temíamos que solo buscase chivos expiatorios y lavados de cara, y así lo ha demostrado por medio de la decisión adoptada por Osakidetza de, simplemente, repetir exámenes», subrayó antes de denunciar que lo ocurrido en la OPE de Osakidetza es «fruto de un modelo clientelar». «Debemos luchar por un cambio del mismo que nos lleve a otro modelo transparente, donde realmente prime la igualdad, mérito, capacidad y publicidad», subrayó este sindicato.
CCOO, que hizo hincapié en que Darpón no puede eludir sus responsabilidades políticas, manifestó que es «incomprensible que se haya decidido repetir las pruebas de varias categorías, aparentemente por un fallo en el proceso de examen, y que nadie asuma ninguna responsabilidad por ello». «No en vano, la mala práctica de Osakidetza y de la Consejería, bien sea voluntaria o involuntaria, va a obligar a pasar de nuevo por el trance de las oposiciones a cientos de opositores», apuntó. Y recordó que uno de los motivos por los que no firmó la OPE fue «la falta de transparencia» de Osakidetza en la negociación.I. S.