La derecha española ya enseña la patita; no avala exhumar a Franco y apela al TC
PP y C’s trataban de ponerse de perfil ante el plan para exhumar los restos de Franco, pero han encontrado en la fórmula elegida (el decreto ley) la excusa para no avalarlo. El PP anuncia incluso recurso al TC.
Los globo-sonda que había ido lanzando el Gobierno del PSOE sobre la exhumación de los restos de Francisco Franco habían sido respondidos hasta ahora desde los dos grandes partidos de la derecha española aparentando indiferencia. Pablo Casado (PP) se escudó que no veía preciso gastar presupuesto en eso y Albert Rivera (C’s) puso por delante que no pensaban oponerse. Pero el momento de retratarse ha llegado, y a medida que se acerca la aprobación del decreto ley por el Consejo de Ministros, prevista mañana, tanto una como otra fuerza revelan su auténtica faz. Ayer coincidieron, casi en el mismo minuto en sendas entrevistas radiofónicas, en avanzar que no aprobarán la exhumación.
Ello no pone en riesgo el resultado de la votación sobre el decreto ley en el Congreso, que se presume para mediados de setiembre. Pero sí es muy significativo a nivel político. Y puede acabar teniendo su influencia práctica sobre la exhumación, toda vez que el secretario general del PP, Teodoro García Egea, aludió a la posibilidad de recurrir al Constitucional.
En ambos casos, se pone cuidado en no aparecer como defensores del franquismo, y por eso tanto PP como C’s sitúan el foco en la cuestión técnica, considerando que no hay urgencia alguna en el asunto y que, por tanto, no se justifica la fórmula del decreto ley. El Ejecutivo Sánchez, tras sopesar todas las opciones, ha recurrido a ella para blindarse ante obstáculos por parte de tribunales menores (un problema que ya ha aflorado en Iruñea con un juzgado dispuesto a volver a enterrar al general Sanjurjo en el Monumento a los Caídos).
El número dos del PP señaló en RNE que su partido «no puede votar a favor» porque ese mecanismo está diseñado para asuntos de urgencia y no para lo que entiende como «una cortina de humo»&flexSpace;por parte del presidente, Pedro Sánchez. «El PP no está de acuerdo en resucitar el pasado para evitar hablar de futuro», sostuvo García Egea.
Preguntado sobre si con ello no se iba a interpretar que el PP apoya la dictadura franquista, la mano derecha de Pablo Casado respondió: «Quien piense eso, ni conoce al PP ni a la gente que forma parte de él».
Rivera y el PSOE
Curiosamente similares son los argumentos de Albert Rivera, presidente de Ciudadanos. Indicó en Onda Cero que «el decreto ley es un instrumento excepcional para cuestiones urgentes y esto no se puede tildar de urgencia después de 40 años». Y más aún, añadió, cuando «el PSOE ha gobernado más de 20 años, algunos con mayoría absoluta, y no ha hecho nada».
Rivera evitó precisar si finalmente se abstendrán o votarán en contra del decreto ley («eso ni lo hemos valorado»), al igual que hace el PP. En este momento lo que se da a entender desde ambos es que se abstendrán, escenificando así que no consideran importante un asunto de gran impacto en el Estado y eco internacional. Como señal de ello, Rivera puso énfasis ayer en la frase «me importan bastante poco los huesos de Franco».
También como el PP, Ciudadanos argumenta que el PSOE ha colocado en primer plano este tema por «falta de proyecto de futuro». Y Rivera le añade la queja de que «existe un cierto intento de volver a esas batallas fraticidas de rojos y azules» (en la que obviamente el naranja no será un color intermedio).
El Gobierno del PSOE tiene un argumento extra en su favor: la resolución del Congreso de 2017 que instó al Ejecutivo (entonces del PP) a proceder a esta exhumación, sin voto alguno en contra. Lo recordaron ayer la ministra de Sanidad, Carmen Montón, y el de Cultura, José Guirao. «Lo normal es que la gente sea coherente con lo que votó hace poco tiempo», dijo este último. «Lo que se está haciendo es cumplir una resolución del Congreso, un mandato del Congreso. Así que no es un ‘decretazo’, sino una acción que es bienvenida», apostilló Montón.
¿Un museo a lo Auschwitz a 47 kilómetros de Madrid?
El paso dado para desenterrar a Franco abre además el debate sobre qué hacer con todo ese mamotreto destinado por el franquismo a autohomenajease. Y algo parece tener en mente el Gobierno Sánchez porque fue el ministro de Cultura, José Guirao, quien anteayer apostó por que se le dé un uso de memoria similar al de los campos de concentración nazis, «para que la gente no olvide el horror».
La idea de que el Valle de los Caídos sea convertido en un Auschwitz español ya tiene el respaldo de Podemos, confirmó ayer el secretario general de su grupo parlamentario, Txema Guijarro.
El potencial memorístico del mayor campo de los horrores nazi está fuera de toda duda. Pese a no hallarse en un lugar turístico ni demasiado accesible (a 70 kilómetros de Cracovia), el año pasado recibió la visita de 2,1 millones de personas. Fue reconvertido en centro de memoria nada más ser derrotado el nazismo, en 1947, y declarado Patrimonio de la Humanidad en 1974. Hoy, Auschwitz sigue generando noticias casi a diario: el martes lo visitó el ministro de Exteriores alemán.
El Valle, por contra, sigue siendo hoy básicamente lugar de exaltación al franquismo. Situado en una carretera que no lleva a ningún otro sitio, está a 47 kilómetros de Madrid, en San Lorenzo del Escorial, sierra de Guadarrama.R.S.