El impresionante récord mundial de maratón del keniata Eliud Kipchoge, establecido hace una semana en Berlín con una marca de 2h01:39, cayó ayer en Bilbo... aunque ocurriera en una prueba a relevos de 400 metros. Un equipo de 106 mujeres y hombres (formado según criterios de edad, género, capacidades especiales...) rebajó en trece segundos la marca, en el marco de un reto deportivo con vocación solidaria, denominado WOP Challenge 2018 y organizado por The Walk On Project (WOP): una fundación dedicada a la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas.

La organización había establecido que cada atleta corriera sus 400 metros a una media de 68 segundos, empezando por el dorsal 106 y terminando con el 1. La primera relevista fue Iraide León, de 14 años, y el último, Beñat González, de 17. El más benjamín de la prueba fue Hugo Álvarez, con sus 13 años, y el más longevo Alberto Amorrortu, quien cumplirá 64 el próximo mes de octubre.

El testigo que pasó de mano en mano de los relevistas llegó a la Gran Vía bilbaina, donde se desarrolló la prueba, después de partir por la mañana desde la cima del Gorbeia.