Los problemas no cesan para José Mourinho. Tras enfrentarse a uno de los pesos pesados del vestuario, Paul Pogba, al retirarle la vitola de segundo capitán, el técnico luso tuvo que vivir otra de sus páginas negras, al quedar su equipo apeado contra pronóstico de la Copa de la Liga y en el mismísimo Old Trafford.

La culpa de ese nuevo disgusto la tuvo uno de sus expupilos, Frank Lampard, ahora metido a entrenador del Derby County. Los carneros, que así es conocido popularmente uno de los históricos conjuntos de Inglaterra, toparon de frente al maltrecho Mourinho, quien vio cómo el Manchester United caía a los penaltis en dicho torneo.

Decimosexto penalti

El equipo que ahora milita en la segunda inglesa remontó un gol en contra y no se descompuso con el empate de Fellaini en el último suspiro, hasta conseguir llegar a una agónica tanda de penaltis que se definió en el decimosexto intento. Todo un exitazo para un club con aspiraciones de subir a la Premier y que ahora mismo camina sexto en la Championship.

El pase tuvo, además, mayor mérito por el hecho de que aunque la Copa de la Liga es un campeonato devaluado, Mourinho no tiró la eliminatoria, ya que alineó a varios de sus titulares, como Lukaku, Martial, Bailly, Mata o Lingard.