gara, donostia
EDITORIALA

Bolsonaro moviliza a Brasil por la democracia

El sábado se celebraron en Brasil manifestaciones multitudinarias contra el candidato de la extrema derecha, el militar retirado Jair Bolsonaro. Sus declaraciones homófobas, machistas y racistas ha conseguido movilizar en su contra a gran parte del electorado, sobre todo a las mujeres que participaron en las marchas con un lema propio «Él no». A pesar de encabezar las encuestas, Bolsonaro es también el aspirante a presidente que más rechazo genera, especialmente entre las mujeres, por lo que los sondeos electorales no le dan vencedor en una hipotética segunda vuelta –que todas las proyecciones auguran– cualquiera que sea el candidato al que se enfrente.

Además de no mostrar ningún respeto en sus discursos ni por las mujeres ni por las minorías, Bolsonaro ha afirmado reiteradamente que no aceptaría un resultado en el que él no fuera el vencedor, ha arremetido contra el sistema electoral de Brasil cuestionando el sistema de voto electrónico, y no ha tenido pudor en asegurar que al primer «error» de un posible gobierno del candidato del PT, Fernando Haddad, las Fuerzas Armadas intervendrán. Palabras que en boca de un exoficial y defensor entusiasta de la dictadura militar brasileña muestran que los sectores más conservadores de la sociedad brasileña están dispuestos a cualquier cosa con tal de impedir que la izquierda vuelva a gobernar. Después de las tácticas de lawfare o guerra jurídica utilizadas para destituir a la presidenta electa Dilma Rousseff y para impedir la candidatura del expresidente Lula da Silva, la élite brasileña han redoblado ahora la amenaza contra las libertades democráticas con el único objeto de que su candidato gane: si no es por convencimiento, al menos que sea por temor.

Como señalaban los miles de manifestantes que salieron a las calles el sábado, lo que está en juego en estas elecciones presidenciales con la presencia de un candidato abiertamente reaccionario son las libertades democráticas en Brasil; y por extensión, también en el resto del mundo que padece los efectos de la misma ola reaccionaria.