Lewis Hamilton (Mercedes) dejó virtualmente resuelto a su favor el Mundial de Fórmula Uno al ganar ayer en el Gran Premio de Japón, donde dio un paso gigantesco para igualar los cinco títulos del argentino Juan Manuel Fangio. Lo conseguirá si vence en el próximo Gran Premio de Estados que se correrá en Austin y Vettel, el gran derrotado de la jornada, no es segundo.

El piloto británico festejó en Suzuka su triunfo número 71 en la máxima competición automovilística, aprovechándose de la ansiedad de su máximo rival, obligado a arriesgar dada la diferencia clasificatoria entre ambos. El alemán se equivocó al intentar adelantar a Verstappen en el noveno giro y tuvo que volver a recuperar puestos desde el fondo de la parrilla, aunque solo le llegó para finalizar en sexta posición.

Lewis arrancó con neumático blando, al igual que su compañero de escudería, Valtteri Bottas, quien le protegió a las mil maravillas en la primera curva de la acometida de Verstappen. Fue el momento más incómodo para el inglés porque, a partir de ahí, dominó con mano de hierro toda la prueba, sin dejarse sorprender por sus rivales. La remontada del día la firmó el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull), que salió decimoquinto y acabó cuarto en una prueba sin mayores contratiempos.