Allá por el mes de abril, tras el Gran Premio de Bahrein, seguramente muy poca gente apostaba por Lewis Hamilton (Mercedes) como campeón del mundo por quinta vez. El inglés sumaba 33 puntos en tres carreras por los 50 del alemán Sebastian Vettel (Ferrari), cuatro veces campeón del mundo que también busca el pentacampeonato. La distancia no era considerable, pero las sensaciones sí. El germano había ganado las dos primeras pruebas –Australia y Bahrein–, mientras el inglés había sumado un segundo y un tercer puesto. En China tampoco encontró las prestaciones deseadas –4º, aunque Vettel fue 8º– y fue en Azerbaiyán donde el talentoso piloto de Stevenage, de 33 años, empezó a cimentar su remontada hasta el liderato.

Es como si hubiera entonado aquella conocida frase que le llevó a Barack Obama a la presidencia de los Estados Unidos: «Yes, we can». Desde entonces, ha cosechado nueve triunfos en 17 Grandes Premios. Es precisamente en el país norteamericano, en Austin (Texas), donde el inglés tiene la primera oportunidad matemática de igualar al argentino Juan Manuel Fangio con cinco entorchados de la F1 y quedarse a ‘solo’ dos del plusmarquista Michael Schumacher.

El piloto inglés también puede rescatar una vieja hazaña del mítico Ayrton Senna si gana por quinta vez consecutiva en Austin –el brasileño lo hizo en Mónaco entre 1989 y 1993–.

Las cuentas de Hamilton

La ecuación, con 67 puntos de ventaja sobre Vettel, es sencilla. Hamilton necesita sumar 8 unidades más que su rival. Y ojo, porque nadie ha ganado más carreras en Estados Unidos que Hamilton (6). Otro triunfo este domingo lo convertiría en su Gran Premio más exitoso.

En definitiva, en este primer match ball, las cuentas del británico para ser campeón mundial de Fórmula Uno por quinta vez en su carrera deportiva son las siguientes: Hamilton gana y Vettel es tercero o peor. Hamilton es segundo y Vettel es quinto o peor. Hamilton es tercero y Vettel es séptimo o peor. Hamilton es cuarto y Vettel es octavo o peor. Hamilton es quinto y Vettel es noveno o peor. Hamilton es sexto y Vettel no puntúa.

Mercedes y Ferrari también se están jugando el título de constructores en estas últimas cuatro carreras tras las cuales Kimi Raikkonen dejará el volante de la escudería italiana y el doble campeón Fernando Alonso dirá adiós a la F1. Los alicientes no faltan en el fin del curso.