«Con cada una de estas historias está todo mi empeño, devoción y amor por el medio»
La dibujante e ilustradora barakaldesa acaba de publicar «Navegante en tierra», donde rescata historias publicadas en fanzines y revistas a lo largo de los últimos quince años, en un álbum que se convierte en una magnífica muestra de la versatilidad de la autora y de su universo fantástico, poblado por medusas, sorginak, sirenas…
“Navegante en tierra” (Astiberri), cuenta con un prólogo de Alfonso Zapico, el autor de “Dublineses” (Premio nacional de Cómic 2012), en el que se nos da atinadamente una de las claves de esta obra: una recopilación de historias, de diferentes etilos, restos de los naufragios en que a veces se convierten las publicaciones periódicas, con los que Alzate compone una obra mayor, que nos da una perspectiva más amplia de su trabajo, desperdigado en fanzines o revistas (como “Humo” y “Tos”, una feliz casualidad que quizás ya presagiaba que algún día unas seguirían a las otras).
El mundo de Raquel Alzate está, de hecho, plagado de símbolos y sugerencias y tiene a menudo referencias literarias (en algunas de sus historietas ha colaborado con escritores como Jon Bilbao o se ha basado en poemas de Lorca) e incluso musicales (ilustró una de las canciones del disco “Mentiroso mentiroso” de Ivan Ferreiro).
«Navegante en tierra» reúne diversas historias cortas publicadas en fanzines, revistas, a lo largo de diferentes épocas, estilos… ¿Cuál ha sido el criterio para hacer la selección?
Prácticamente no ha habido selección; están recopiladas la gran mayoría de historias cortas que he realizado a lo largo de más de una década.
Tal y como señala Alfonso Zapico en el prólogo, lo cierto es que con esos restos devueltos por los naufragios, has conseguido construir una nueva nave, este libro, que da una estupenda visión del conjunto de su obra. ¿Era esa la intención? ¿Cómo surgió la idea de hacer esta antología –creo que podemos llamarla así– ?
Lo cierto es que con cada una de estas historias está todo mi empeño, devoción y amor por el medio, y también una parte de mí más profunda, que no me puedo permitir expresar cuando trabajo en obras de encargo. Por ello desde hace tiempo me rondaba la idea de poder juntar todas esas historias, más arriesgadas estilísticamente, y mucho más personales, en un solo volumen; pues éstas se hallaban dispersas en publicaciones tan dispares y, en algunos casos, ya imposibles de encontrar, que era como si, en parte, hubieran dejado de existir para un posible lector interesado.
Mi idea era publicar un recopilatorio cuando tuviese ya un volumen considerable de estas historietas, y finalmente este año decidí que podía ser el momento.
Por cierto, contar como prologuista con Alfonso Zapico ha sido todo un lujo ¿no?
Un lujo total… Alfonso es uno de los creadores más importantes de nuestro país.
«Navegante en tierra» es una buena muestra de su versatilidad, se alternan los estilos, el color con el blanco y negro, pero… ¿Hay alguna manera de dibujar con la que se sienta más cómoda? ¿Y cómo decide el tono o estilo de la historia?
Me siento más cómoda definiendo los volúmenes con pinceladas de luces y sombras, más que con línea. Después, tanto en color como en blanco y negro me siento a gusto. Hay historias que me da la impresión de que piden menos color, más juegos de contrastes y claroscuros monocromáticos; en otras ocasiones siento que el color es primordial a la hora de definir el tono de la obra. Pero no sabría dar una explicación racional acerca de en qué me baso específicamente para tomar estas decisiones: es un proceso más emotivo e intuitivo, me dejo influenciar por lo que dentro de mí sugiere el argumento.
En muchas de las historietas se aprecian influencias literarias, algunas incluso están directamente basadas en relatos de autores como Jon Bilbao o David Abia, también hay algunas referencias musicales… Aunque sea una pregunta demasiado imprecisa ¿Cuáles son sus fuentes de inspiración?
Bueno, en el caso de las colaboraciones con un guionista, las de Teresa Valero, Jon Bilbao o Gregorio Muro, por ejemplo, puede decirse que en realidad han sido sugeridas por la revista en la que colaboraba para la ocasión. Sugerencias que para mí fueron muy afortunadas, ya que tengo en gran estima a estos creadores. Ellos a su vez se dejaron sugerir por mi trabajo, planteando un guión que podía ir en conexión con mis historias más personales.
En el caso de las colaboraciones con David Abia, fue una elección de ambos la de juntarnos para crear historietas sobre una temática que nos interesaba a los dos.
Y respecto a la colaboración con Iván Ferreiro, he de decir que fue idea suya la de arriesgarse y sacar un álbum de cómic junto con su disco “Mentiroso mentiroso”: una iniciativa sin precedentes. Iván es un gran aficionado al medio. Para el álbum hizo una selección de autores; cada uno de los cuales teníamos que ilustrar una historia con un tema de su disco. Para mi fue una colaboración de lujo.
Y por supuesto está todo su mundo propio, poblado por sirenas, brujas, medusas, criaturas fantásticas… ¿De dónde le viene todo eso?
Siempre me ha gustado, desde pequeña, sumergirme en historias de fantasía y ciencia ficción… Especialmente en mis obras me gusta fabular un imaginario de seres fantásticos que remiten al mundo de las creencias antiguas y de las ensoñaciones. Quiero que mi obra sea expresionista: que trasmita sensaciones y emociones diversas al lector, aunque éstas procedan de su lado menos racional, más simbólico y onírico.
Para acabar, da la impresión de que no es habitual últimamente publicar libros como estos, recopilaciones de historietas, se tiende más a novelas gráficas, historias más largas… Haciendo una extrapolación a la literatura, el cuento y la novela ¿Se puede decir que usted es una dibujante de cuentos?
Podría decirse, sí. Me gusta expresarme en ese formato, me sale de una manera natural.