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Solari sustituye de modo provisional a Lopetegi

Santiago Solari, entrenador del Castilla, se hará cargo de manera provisional de la primera plantilla merengue, después de que la junta directiva presidida por Florentino Pérez confirmase a última hora de la tarde de ayer el despido de Julen Lopetegi.

«Esta decisión, adoptada desde la máxima responsabilidad, tiene como fin cambiar la dinámica en la que se encuentra el primer equipo, cuando aún son alcanzables todos los objetivos de esta temporada», se describió ayer en la nota emitida por el club madrileño.

El comunicado se extendió asegurando que los rectores de la entidad blanca «entienden que existe una gran desproporción entre la calidad de la plantilla del Real Madrid, que cuenta con ocho jugadores nominados al próximo Balón de Oro, algo sin precedentes en la historia del club, y los resultados obtenidos hasta la fecha».

El conjunto merengue ocupa ahora mismo la novena posición liguera, después de sumar un solo empate en las últimas cinco jornadas. La sonrojante derrota en el Camp Nou, con “manita” incluida, ha supuesto la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de una entidad que, por presupuesto e historia, encaja muy mal este tipo de situaciones.

El hecho de que Solari se ocupe del vestuario merengue obedece a la circunstancia de que la principal opción que manejaban los dirigentes madrileños, el italiano Antonio Conte, acabase por caerse también en la jornada de ayer. Las pretensiones del técnico transalpino, que no terminó de buenas maneras su etapa en el Chelsea –serias discrepancias con algunos jugadores–, no encajaban al parecer con lo que la junta tenía previsto aceptar.

Cristiano, sin cariño

Por si fuera poco, Cristiano Ronaldo contribuyó a enrarecer aún más la situación, con unas declaraciones que se publicarán hoy en “France Football”, en las que asegura que Florentino Pérez «nunca me miró excepto como una relación de negocios. Lo que me decía nunca lo hizo desde el corazón». «El presidente ya no me miraba como si fuera imprescindible. Sentía que en el interior del club no me consideraban como al principio», relata.