«Denunciamos el bloqueo a la justicia europea que el Tribunal Constitucional nos impone. Y lo hacemos con toda la fuerza y dignidad de una acción amparada en la no violencia: la huelga de hambre», explicaron los dos dirigentes soberanistas a través de un comunicado leído por Jordi Pina, abogado de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, y el doctor Jaume Padrós, exdiputado y actual presidente del Colegio de Médicos de Barcelona.

El bloqueo que denuncian radica en que, desde hace un año, el TC ha aceptado estudiar todos los recursos de amparo de los presos catalanes para posteriormente no resolver ninguno de ellos. Sánchez y Turull consideran que esta demora es «una estrategia del Alto Tribual para impedir llegar al TEDH». En el escrito sostienen que su acción no se dirige «contra nadie», sino «a favor de remover conciencias y voluntades para impedir que se asuma como normal aquello que no lo es: el funcionamiento irregular del TC».

En el comunicado, Sànchez y Turull pidieron el apoyo de todos los democrátas, y las muestras de solidaridad no se hicieron esperar, ni tampoco la ansiada unidad soberanista para reavivar el movimiento de cara al juicio contra el 1-O. Òmnium Cultural –que difundió la primera imagen de los presos independentistas juntos en prisión– se sumó a la denuncia de Sánchez y Turull, y pidió «máxima unidad de acción» a través de un tuit de su presidente, Jordi Cuixart. Por su parte, la presidenta de ANC, Elisenda Paluzie, no descartó que más personas se sumen a la huelga de hambre como muestra de apoyo.

En el ámbito institucional, el president de la Generalitat, Quim Torra, llamó a volver a los «grandes consensos» para avanzar y pidió respeto ante la decisión de los dirigentes soberanistas, a los que «se está aplicando el Derecho penal como venganza». El president en el exilio, Carles Puigdemont, en sintonía con Torra, calificó las acciones del TC como «contrarias al Estado de Derecho» y mandó «fuerza y ánimos» a sus compañeros. De igual manera, la CUP mostró su apoyo a «todas las formas de lucha política ante la excepcionalidad y la represión».

Por su parte, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, mostró su apoyo a Sánchez y Turull a través de Twitter, alegando que «bloquear recursos para impedir la actuación de los tribunales europeos es un abuso inadmisible».

El anuncio de la huelga de hambre también dio sus primeros frutos en el objetivo del soberanismo de «internacionalizar el conflicto». Como detalle, el ministro de Defensa belga, Sander Loones, fue el primer miembro de un ejecutivo extranjero que salió en defensa de Sánchez y Turull, y pidió implicación en el conflicto catalán.

Sánchez desacredita la huelga

Al término de la cumbre del G20 que se celebra en Argentina, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, afirmó en rueda de prensa que no comparte los motivos que han llevado a los presos a emprender esta protesta, ya que las razones que alegan «no son ciertas», pues «la Justicia es independiente».

El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), además de arropar la decisión de la huelga de hambre, contestó a Sánchez argumentando que «el hecho de que sea el Gobierno del Estado el que salga en defensa del poder judicial demuestra que la separación de poderes no existe».

 

Sanchezek eta turullek gose grebari ekin diote

Bi buruzagi independentistek Auzitegi Konstituzionalak Giza Eskubideen Europako Auzitegira jotzeko aukera eragotzi nahi diela adierazi zuten atzo. Horren ondorioz, gose greba hasi dutela azaldu zuten, Konstituzionalaren «blokeoa» salatzeko helburuarekin. Izan ere, Europara jotzeko, aurkeztu dituzten helegiteen gainean erabaki behar du Konstituzionalak, eta epaiak atzeratzen ari direla salatu dute. Erabakiak eta atzo publikatu zen zazpi buruzagien argazkiak independentismoa suspertu dutela dirudi.