Joseba VIVANCO
ELECCIONES EN IBAIGANE

Aitor Elizegi, ajustado «sorpasso»

Aitor Elizegi dio la sorpresa y por un ajustado resultado de 85 votos de ventaja sobre su rival Alberto Uribe-Echevarría, se convierte en el nuevo presidente del Ahletic para los próximos cuatro años. Emoción hasta el final en una jornada con una elevada abstención, y al final 9.264 votos para el ganador y 9.179 para el candidato continuista.

El teórico político y filósofo Joseph de Maistrea apadrinó la idea de que «todo pueblo o nación tiene el gobierno que merece». Tiempo después, otro francés, el escritor Andrè Malraux matizó esa reflexión para sugerir «que no es que los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen». Un socio o socia, un voto. La masa social del Athletic ha elegido al presidente que se merece o al que le parece. Y ese ha sido el outsider Aitor Elizegi, que ha conseguido encandilar con su retórica y su trabajo a pie de calle a esa gran parte de la familia rojiblanca desencantada con la gestión de siete años y medio del anterior presidente José Urrutia y ávida de un giro copernicano como el que augura la nueva presidencia de Elizegi. Si la plancha de Alberto Uribe-Echevarría, a priori la favorita allá cuando arrancó el proceso electoral, respondía a una línea continuista respecto a una forma concreta de gestión económica y deportiva, con sus matices, la vencedora del cocinero de Santutxu se presenta envuelta en una nebulosa de incertidumbre. Un enigma sustentado en un discurso ilusionante para los ganadores, ilusorio para los perdedores, al que a partir de ahora habrá que ponerle mucho negro sobre blanco. Como subrayó ayer mismo el propio Elizegi, «yo soy esclavo de mis palabras, y pienso mucho lo que digo». A partir de mañana le tocará plasmarlas y sabremos qué hay detrás de ese mensaje que ha conseguido calar en los votantes.

Ni los penaltis de Aritz Aduriz tuvieron tanta emoción como el resultado ayer de los comicios rojiblancos. Hasta el útimo voto contó y prueba de ello es que la diferencia porcentual entre uno y otro no superó ni siquiera el punto, apenas un 0.4%. Fueron finalmente 9.264 para Elizegi, 9.179 para Uribe-Echevarría.

A Elizegi le tocará ahora, tiene cuatro meses de plazo, apoquinar con esos avales de 19 millones de euros. A su rival derrotado, analizar porqué el cocinero le ha pasado por su derecha. El perfil bajo de Uribe-Echevarría, la percepción de que no era el mejor candidato para afrontar el desgaste lógico de Josu Urrutia, una campaña en la que ha dado la impresión de que iban de sobrados, una campaña mediática que no ha sido tampoco la mejor, y todo frente al volcánico Elizegi, que trabajándoselo y ganándose el desencanto evidente, se ha llevado el gato al agua. A ello hay que sumar la abstención destacada y, también para reflexionar, lo ajustado del resultado final que debería hacer también meditar al vencedor de los comicios.

Tarde-noche de muchos nervios, muchísimos. Si bien durante el día la opción de Elizegi ganaba enteros merced a los diferentes sondeos a pie de calle a cargo de algunas radios, y cerrado el plazo de votación se hacía patene esa sensación, después nadie ponía la mano en el fuego por ninguno de los aspirantes al sillón de Ibaigane. Más dos horas después, los datos con cuentagotas que iban llegando hasta el stand de prensa desequilibraban ese empae técnico a favor del cocinero de Santutxu.

El resultado parejo se decantó por una diferencia exigua, apenas 85 votos, no conocida hasta ahora en unos comicios al Athletic. La diferencia más reñida entre candidatos fue cuando Fernando García Macua se impuso por solo 750 papeletas a Juan Carlos Ercoreca.

Menos de un centenar de votos entre Elizegi y Uribe-Echevarría que llevó a la plancha de este último a reclamar la revisión de algunas mesas e incluso el acta de una que no aparecía, y que daba ganador a Elizegi. Más tensión añadida a una jornada ya muy larga y que al final puso de manifiesto la importancia de cada voto en cualquier elección.

Fin de ciclo

Con la victoria de Elizegi se cierra un ciclo liderado por Josu Urruria y una forma de concebir el Athletic, y uno de los periodos más exitosos en lo deportivo y económico para la historia del club rojiblanco. Si nos atenemos a lo prometido por el nuevo presidente salido ayer de las urnas, el giro que se implementará al Athletic será importante, y del mismo no se salvará Lezama, la cantera en la que habrá que esperar muchos y novedosos cambios especialmente en cuanto a nombres.

Arranca un nuevo ciclo incierto, de momento, con más palabras que hechos, quizá una pesadilla en la cocina, pero es lo que el Athletic se merece o a sus socios les parece. El tiempo dará o quitará razones.

No votó ni la mitad del censo y lo hizo un 16% menos que en 2011

«Que defienda los intereses del Athletic por encima de todo. Todos somos conscientes de que en el Athletic, como en la vida y en el fútbol, habrá buenos momentos y malos momentos. Que los asuma con naturalidad siempre teniendo un referente claro de lo que somos». Es el consejo que el ya expresidente Josu Urrutia dio al nuevo inquilino de Ibaigane antes de saber quién sería su sustituto, finalmente quien llega para cambiar su legado de casi ocho años.

Con 8.000 socios más, el porcentaje de participación fue ayer un 16% más bajo que cuando el exfutbolista de Lekeitio ganó los comicios de 2011, y eso que por parte de la plancha continuista se trató de movilizar por tierra, mar y aire a la mayoría de apoyos dada la venaja que los sondeos de algunas emisoras daban a la candidatura de Aitor Elizegi. En total, un 46% de la masa social rojiblanca se pasó por el palacete de Ibaigane a depositar su voto frente al 62% de 2011 –más bajo incluso que en las elecciones de 2007 cuando acudió el 51%–.

En total 19.069 socias y socios votaron este jueves frente a los 20.999 que cumplieron con su derecho hace siete años, es decir, unos 2.000 menos. Especialmente significativa es la participación más baja de lo que se podía presuponer por parte de los nuevos socios que era la primera vez que votaban, y a los que había apelado el propio Elizegi en su campaña. Sí es verdad que entre las mesas de esos nuevos scios parece que su opción habría sido la más respaldada. J.V.