La italiana Francesca Borghetti tenía claro que quería hacer una película sobre la vida y logros deportivos de la escaladora iraní Nasim Eshqi. El proyecto, ya en marcha, “Climbing in Iran”, había sido presentado en la pasada edición del Festival de Montaña de Trento y su producción parecía comenzar bien bajo el sistema de crowdfundig con el que se habían recaudado ya 10.000€, cuando de repente la compañía tecnológica Stripe (con base en USA), cuyo software se utilizaba para tramitar pagos por Internet, ‘mandó a parar’. La palabra satánica ‘Irán’ tiene la culpa a consecuencia de las últimas sanciones de la administración Trump contra dicho país, por lo que Stripe renuncia a hacer efectivos dichos pagos y ha devuelto su dinero a los donantes. «Quería contar una historia, aunque ambientada en Irán, de una mujer valiente que se enfrenta a los límites impuestos a su libertad», declara Francesca. «Creía que era libre de contar cualquier historia pero me equivoqué. Yo misma, aunque italiana y europea, no soy libre y he tropezado con una censura sutil e injusta pues EEUU filtra todas nuestras transacciones económicas y decide que narrar y que no». La película, de la que falta solo el rodaje en Irán, sigue adelante con el dinero que los partidarios del proyecto ingresan directamente en la cuenta bancaria de Francesca. «Soy ciudadana y exploradora del mundo», declara con orgullo Nazim Eshqi. «Somos dos mujeres tozudas y el proyecto sigue adelante».