De guante blanco
Aunque no he tenido tiempo de ver muchas imágenes del juicio del procés, de lo que leo y oigo deduzco que los siete magistrados que forman la sala tienen decidido que su actitud va a ser de guante blanco. Si un abogado pide que en lugar de tres cuartos de hora se le conceda hora y media para intervenir por defender a dos acusados, no es necesario ni que lo argumente: se le concede la hora y media y problema resuelto. Si un acusado necesita aliviarse con frecuencia por su prostatitis, alfombra roja hasta el WC. Si uno de los acusados lleva el lazo amarillo, pues que lo lleve; si quieren saludar a sus amigos y familiares, “no problem”, y hasta dan agua a los abogados en una especie de pequeñas bacinillas. A nosotros, que hemos pasado muchas horas en esa casa no nos daban ni agua, como dicen que se debe hacer con el enemigo.
La razón de semejante “politesse” habrá que encontrarla en la necesidad que tienen de demostrar internacionalmente que la justicia española es súper garantista y equiparable a las de los países más democráticos, empeño en el que no están escatimando esfuerzos, con viaje y discurso de Sánchez en Estrasburgo incluidos. También tienen que cubrirse las espaldas de cara a ulteriores recursos a tribunales europeos, que ya han tenido más de un revolcón por la actitud de alguna magistrada para con los acusados. Así que dentro de la sala y, de momento, todo de color de rosa.
Pero esa apariencia no debe llevarnos a engaño. A mí me recuerda a la actitud de un magistrado de la Audiencia Nacional, que siempre invitaba a protestar, “proteste, proteste” decía, cuando realmente te estaba anunciando que tu protesta no iba a servir para nada.
Bajo el guante blanco está el puño de hierro. Un juicio político contra quienes proclamaron la independencia de su país no se monta con un tribunal ad hoc y en Madrid para absolver a los acusados presos. Nadie tiene dudas de que la sentencia será condenatoria, hasta el punto de que el Frente Nacional ya está haciendo campaña contra posibles indultos. Es una cuestión de Estado.