De género
La contradicción reside en saber que el humor funciona dependiendo de zonas, lenguajes, gestualidades, idiomas, caracteres y climas, y a la vez, intentar demostrar que no existe de una manera científica el humor vasco, polaco o judío, y tener muchas dudas de la existencia de un humor de género. Pues un nuevo programa en #0, “Las que faltaban”, que consiste en crear un espacio de humor hecho por mujeres, con la inclusión de un varón anecdótico o de cupo, llevando el esquema de la inmensa mayoría de los programas de humor sucede, pero al revés, hombres y una mujer de vez en cuando para adornar.
Cuesta opinar sobre el mismo por ser varón hetero, criado en un ambiente humorístico determinado, por lo que pueden aparecer tics machistas. Es positivo que se haga. El cómo se ha hecho es cuestionable. El espacio escénico en una discoteca es un error televisivo. No sienten las cómicas el calor del público en plató, y los giros de cámara se deben colocar lejanos. En una entrega, calibrar de manera objetiva el valor de las seleccionadas no es posible; el esquema del programa, sí. Una conductora, un sofá, entrevistas, una invitada, música en directo con mujeres, es decir, lo que es lo habitual. Falta cohesión, esta primera entrega debería ser un número cero no emitido, fueron muy pocos los momentos de interés, el ritmo se perdía, las actuaciones en solitario no lograron la colaboración del público y todo transcurrió dentro de un tono medio bastante pobre.
Y repito, no es una cuestión de género. Es una cuestión de que el humor llegue, se entienda, provoque la reacción en los espectadores. Suceda lo que suceda, hay cómicas que hacen humor. Necesitan más presencia. Y hacen humor con punto de vista y tratando asuntos de mujeres. En ese sentido, son de temática de género. Que es otra cosa.