Fake
LA ropa de marca utilizada en montaña ha sido objeto de falsificaciones desde hace bastante tiempo, realizadas sobre todo en países con ciertas holguras legales –que se lo digan entre otros a North Face–. Más recientemente sufre el mismo proceso el material duro, bastante más difícil de duplicar, pero no le digas esto a Petzl, con sus puños ascendedores y demás artilugios y es que aquí ya estamos hablando de otra cosa que es seguridad. He leído que se estima que entre el 60 y el 75% de los objetos en eBay y entre el 13 y el 50% en Amazon son fake, palabro de moda utilizado para referirse a noticias, opiniones, evaluaciones y juicios, campos ya de por sí abonados para las “realidades alternativas” y que cuentan con la cooperación de mass media bien dispuestos. En el mundo de la montaña y escalada abundan todo tipo de personajes más o menos normales, suponiendo que esto exista, y, admitámoslo, una buena colección de frikis, e incluso indeseables, como no podía menos de ser en esta faceta del mundo real. Pero los fake, esos de antes, que decían que habían subido y luego no, están de capa caída en los medios de comunicación, y hablo de casos sonados de grandes y mediáticos ascensos, no de asuntos menores de rocódromo o de temas de grado deportivo que eso es otro mundo en sí. Como mucho, se engaña en los medios y maneras, que ya es bastante, o se procura dar imagen más digerible de uno mismo, pero… espera, esto es lo que hacemos todos, en todo momento y lugar.