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Ginebra

Las mujeres suizas, en lucha 28 años después de su gran huelga

Transcurridos cerca de 30 años desde su última gran huelga, las mujeres suizas, impulsadas por la ola #MeToo, están convocadas a una nueva jornada de movilización mañana para hacer frente a la brecha salarial en un país donde los paros no son habituales.

El 14 de junio de 1991, diez años después de la inclusión en la Constitución de la igualdad de género, medio millón de mujeres se movilizaron en un ambiente «festivo» para denunciar las persistentes desigualdades, como relata a AFP Huguette Junod, escritora ginebrina de 76 años.

Tres décadas después, las mujeres suizas cobran de media cerca de un 20% menos que los hombres. Y en igualdad de condiciones, especialmente de formación y antigüedad, la brecha salarial todavía ronda el 8%, según datos del Gobierno federal.

En cuanto a las agricultoras, cerca del 70% no recibe ningún salario, pues a menudo desempeñan su trabajo dentro del ámbito familiar. Por tanto, no cotizan para su jubilación, ya que los no asalariados no tienen obligación de hacerlo, otra «situación peculiar» de Suiza, como critica la presidenta de la Unión de Agricultores y Mujeres Rurales, Anne Challandes.

Al hilo de las grandes manifestaciones de españolas, islandesas y belgas, las suizas también esperan hacer valer sus derechos. Han elegido el lema «Más tiempo, más dinero y respeto». Igualdad salarial, introducción de un salario mínimo, tolerancia cero ante la violencia sexista... Sus reivindicaciones son numerosas. Esta será «una gran oportunidad para que se movilicen de nuevo las feministas y para la movilización de una nueva generación» pero «¿sabrán escucharles los poderes políticos?», se pregunta la socióloga Eléonore Lépinard, que imparte clases en la Universidad de Lausanne.

La iniciativa de esta huelga vino impulsada por la actitud de los sindicatos, ya que estos no quisieron introducir el tema de las sanciones a las empresas durante la revisión de la Ley de Igualdad Salarial el pasado año. Aunque se ha puesto en marcha un control de salarios, este se limita a las empresas con al menos 100 personas empleadas.

1971: el sufragio femenino

Para este 14 de junio se han organizado manifestaciones por todo Suiza y las mujeres también han sido invitadas a no hacer las labores domésticas. Como la huelga no es parte de la cultura suiza, es difícil aventurar qué respuesta tendrá el llamamiento.

En este país, el reconocimiento de los derechos de las mujeres ha recorrido un largo camino. No fue hasta 1971, y después de varios rechazos, cuando los hombres aprobaron en referéndum el derecho de voto; 53 años después que Alemania y el Reino Unido, y 27 años después que el Estado francés.

Diez años más tarde, el principio de igualdad entre mujeres y hombres fue incluido en la Constitución, pero la ley no entró en vigor hasta 1996. «En 1991, constatamos que (...) nada se movía. Así que fuimos a la huelga», resume Junod. Cerca de medio millón de mujeres –cifra muy elevada para un país que contaba con 3,46 millones de habitantes– se movilizaron, desfilando, improvisando picnics masivos en las calles o colgando las escobas en los balcones.

Este movimiento fue todavía más excepcional ya que los paros laborales son muy raros desde la instauración en 1937 de la “paz del trabajo”, una convención suscrita por patronales y sindicatos que, en pro de la negociación, excluye el recurso a la huelga. «Las que no tenían derecho a hacer huelga se colocaron un brazalete fucsia o un signo distintivo e hicieron una pausa en el trabajo más larga de lo habitual», recuerda Junod.

Huelga «ilegal»

Esta situación corre el riesgo de repetirse puesto que, si bien la huelga está apoyada por algunas empresas y administraciones, como en Ginebra, donde cerrarán las guarderías, la Unión Patronal la ha condenado.

«Esta huelga, a priori, es ilegal», indicó a AFP uno de los representantes de la Unión Patronal Suiza, Marco Taddei, arguyendo que las reivindicaciones «no hacen referencia únicamente a las condiciones de trabajo» y que la Constitución helvética «estipula que el ejercicio de la huelga solo puede utilizarse como último recurso».

«Lo que es ilegal es la discriminación salarial, es el acoso sexual en el trabajo», responde Anne Fritz, de la Unión Sindical Suiza (USS), la principal confederación sindical.

En los últimos años se han obtenido avances, como la despenalización del aborto en 2005 y el permiso de maternidad de 14 semanas. Pero el permiso de paternidad todavía no existe y las plazas en las guarderías, limitadas y costosas, resultan un obstáculo importante para la participación de las mujeres en la vía laboral activa.

En Suiza, «los modelos sociales (...) son similares a los de Alemania, conteniendo un fuerte mandato a las mujeres a no trabajar o al menos a no hacerlo después de tener un niño», tal como analiza Lépinard.