Jon ORMAZABAL
Pelota

Joanes Bakaikoa, dispuesto a seguir derribando puertas

El de Etxarri logró el domingo su victoria más sonada ante Aimar Olaizola en la jaula, pero no se conforma.

«No me quiero engañar, sé que Aimar no ha estado, ni mucho menos, a su nivel y me he aprovechado de eso». Esa fue una de las primeras reacciones de Joanes Bakaikoa tras derribar el obstáculo más grande que le han puesto, por el momento, en su carrera profesional. Ni sus títulos individuales de Promoción ni la racha de 14 victorias consecutivas que logró el pasado verano le han servido al de Etxarri para disponer de oportunidades en los estelares, pero el de la Sakana ha seguido labrándose su camino y está a un paso de poder saltar al Labrit el 7 de julio a disputar la txapela del cuatro y medio.

«Para mí es un día de esos con el que he soñado desde pequeño, sólo el poder tener la oportunidad de jugar el día de San Fermín ya es algo muy grande. Es la primera vez que he disputado esta competición y estoy tremendamente contento con lo conseguido, pero trataré de no amilanarme y dar mi nivel», apuntó con todavía el dulce sabor de su mayor triunfo.

Aprovechar el momento

No le queda otra. A pesar de su juventud, Joanes Bakaikoa tiene muy asimilado que la constancia, la tenacidad y la competitividad son sus únicas vías de hacerse un hueco entre los mejores manistas. Sin un golpe para romper a sus rivales ni unas condiciones técnicas fuera de lo normal, el de Etxarri se ha convertido en ese rival incómodo contra el que nadie quiere jugar, porque saben que, salvo con un poder descomunal, es imposible quitárselo de encima.

Aunque hizo sufrir a Víctor, no le fue demasiado bien su estreno en el Manomanista de primera y cayó ante el de Ezcaray por 22-13 en su casa. Aquel día no terminó satisfecho con su trabajo y, apenas dos meses después, se tomó la revancha en el Labrit, venciendo por 22-16 en un duelo en el que desesperó al riojano. Unai Laso, otro pelotari que, a priori, partía por delante suyo en el escalafón empresarial, también quedó apeado por Bakaikoa en Esteribar, pero el mayor bombazo llegó en Beasain, ganando a Aimar Olaizola. «A decir verdad, la pelota me salíó viva de la mano, pero estaba muy nervioso y cometí bastantes errores. Durante todo el día estuve muy nervioso, sólo hay que preguntarles a mis padres, que no estuve de muy buen humor durante todo el día. Pero me hacía mucha ilusión jugar contra Aimar, para mí, desde pequeño, y no es por quedar bien, ha sido el mejor y sólo el poder jugar contra él ya era algo grande, qué decir de conseguir ganarle», apuntó en declaraciones a Euskadi Irratia.

Esa victoria fue una especie de mensaje a aquellos que reclaman un paso adelante de la segunda unidad de Baiko y, en ese sentido, el partido del sábado en Barañain parece clave ante un Iñaki Artola que también quiere escalar en el escalafón.

 

Mikel Larunbe reaparece en Barañain

Baiko ha programado este sábado en Barañain a Mikel Larunbe, una buena noticia en el annus horribilis del zaguero de Galdakao, que espera que su suerte cambie con la llegada del verano. Con Laso como compañero, se medirá a Agirre-Ibai Zabala, en el que será su séptimo partido de 2019, con un solo triunfo.

Poco se podía esperar el zaguero vizcaino lo que le venía encima en setiembre, cuando venció en el torneo de Lekeitio junto a un estratosférico Iñaki Artola y renovó su contrato con Baiko, entonces Asegarce, hasta 2022. La cosa se torció en otoño. Una fibrosis lo apartó del Parejas y desde entonces todo han sido palos y dudas.

Jugó un par de partidos en sustitución de Andoni Aretxabaleta junto a Urrutikoetxea, pero no ha sido capaz de recuperar su mejor versión. Su último partido lo jugó a finales de marzo, en Ataun y espera que Barañain suponga un punto de inflexión en su trayectoria.J.O.