Bien en ataque, no tanto en la faceta defensiva. Por ahí discurrieron los derroteros del amistoso en el que la Real empató frente al Millwall, un contrario que se limitó a mantenerse ordenado atrás, buscar la pérdida txuri urdin y salir rápido. Solo alguno de esos errores en zonas delicadas impidieron que el conjunto guipuzcoano se hiciese con la victoria ante el equipo británico.

De ese buen juego ofensivo, destacaron las asistencias de los futbolistas de tres cuartos de campo y el olfato anotador de un Isak que ayer al menos demostró que sabe moverse dentro del área rival y que no se pone nervioso en los mano a mano con el portero. El técnico realista, Imanol Alguacil, alineó de inicio a Remiro, Zaldua, Le Normand, Sagnan, Aihen, Illarra, Zurutuza, Odegaard, Januzaj, Djouahra e Isak.

El once txuri urdin tuvo que hacer frente a un inicio de partido un tanto complicado, con dos penaltis en contra en apenas veinte minutos de encuentro transcurridos. El primero lo paró Álex Remiro, que ya comienza a dejar patentes sus prestaciones, pero no pudo hacer lo propio con el segundo, pese a que llegó a tocar la pelota. Jed Wallace transformó la pena máxima, tras la generalizada protesta de los futbolistas de la escuadra vasca.

Una de las cualidades que demostró la Real en el estadio The Den es que supo reaccionar con celeridad ante las adversidades que se encontró. Apenas dos minutos después de encajar el 1-0, logró subir el empate al luminoso con una buena jugada en la que Djouahra asistió de manera precisa a Isak para que este superase al cancerbero rival.

El empate le sentó de cine al cuadro dirigido por Alguacil, que siguió siendo claro dominador del cuero, llevando la iniciativa y consiguiendo el premio a tal dinamismo con un gran tiro desde fuera del área de David Zurutuza que se convirtió en el 1-2 a la media hora de juego.

Otros tres goles

Iniciada la segunda parte, en la que entraron Zubimendi, Gevara, Llorente, Gorosabel, Aritz, Navas, Kevin, Portu, William José y Pardo, la Real volvió a llevarse otro sobresalto al perder el balón al borde de su área y sacarse Thompson un pepinazo que supuso el 2-2. Se volvió a reaccionar apenas cuatro minutos más tarde con una colada de Januzaj culminada de nuevo por el oportuno Isak. Sin embargo, en el 83 Mahoney subiría el 3-3 definitivo con una gran jugada individual con recorte incluido.