A menos de dos semanas para que comience la 2019-2020, los equipos vascos continúan con una puesta a punto que, como cabía esperar, se ha caracterizado por sus luces y sombras. Asimilar una nueva idea de juego, acomodar a la ya existente a los fichajes o ensayar variaciones tácticas para sorprender al contrario son algunas de las tareas en las que están inmersos.

El Athletic es un claro ejemplo de equipo al que le quedan unas cuantas piezas por ajustar, especialmente en el apartado defensivo. Contrariamente a lo que suelen ser los bloques de Gaizka Garitano, lo que ha demostrado la fase de preparación hasta ahora consumida es que los rojiblancos no están finos atrás. En cinco de los seis encuentros que han disputado hasta ahora han encajado, un déficit que queda compensado por sus buenos números en ataque.

Algo parecido le ocurre a la Real, aunque en su caso parece una consecuencia más lógica de la idea de juego txuri urdin, que no es otra que disponer de la pelota y buscar la portería contraria con jugadas elaboradas, lo que siempre supone un riesgo de pérdidas peligrosas. Es ahí donde el cuadro guipuzcoano va a tener que emplearse más a fondo para corregir esos desajustes y no permitir unos huecos que en competición oficial pueden ser demoledores.

Con todavía tres encuentros ante rivales de Segunda para perfilar su puesta a punto, el Alavés sigue afanado en encajar un nuevo puzzle, sobre todo con importantes cambios ofensivos, si bien todavía la dupla Lucas-Joselu no ha demostrado el olfato goleador por el que se le fichó. El Glorioso también está viviendo una pretemporada de luces y sombras, con un bagaje de goles a favor y en contra bastante equilibrado, signo de que queda trabajo por hacer.

Dos derbis amistosos le restan al Eibar –Osasuna y Real– para completar su trabajo de pretemporada antes de estrenarse en Liga frente al recién ascendido Mallorca. Los de José Luis Mendilibar han afrontado choques de exigencia ante importantes equipos europeos, con resultado variopintos y la sensación de que aún hay que limar asperezas para llegar al estado de forma que al técnico de Zaldibar le gustaría.

Al igual que el resto de escuadras vascas, Osasuna también ha ofrecido algunas de cal y otras de arena, amoldando a las nuevas incorporaciones que ha realizado a un estilo futbolístico que no se negocia. Después de un exitoso fin de semana en tierras holandesas, estos próximos días Eibar y Real medirán su nivel físico y de juego.

Sancet, Rioja, Oroz, Olabe, Roberto López...

Todavía no son nombres conocidos para los aficionados, pero llevan camino de serlo. Algunos lo conseguirán y quizás otros, no, pero de momento han logrado el beneplático de los técnicos de los primeros equipos, que les han ofrecido una oportunidad para reivindicarse.

Algunos lo han hecho con goles, como es el caso de Luis Rioja, un jugador destacado en Segunda y al que el Alavés le ha echado el anzuelo para beneficiarse de su progresión en Primera. Más imberbe, Roberto López ya sabe también lo que es marcar con los mayores de la Real.

En el caso del Athletic, Oihan Sancet ya ha dejado pinceladas de su calidad, lo mismo que un Aimar Oroz que, con apenas 17 años, ya ha disfrutado de un buen número de minutos con Arrasate, o un Roberto Olabe al que el Eibar quiere ver crecer en el Albacete. N.M.