Coleman vuela en un estadio casi vacío
Se proclamó campeón del mundo de los 100 metros lisos en la carrera «fantasma» de Doha.
Chris Coleman es el nuevo rey de la velocidad. El estadounidense se impuso en la final de los 100 metros lisos de los Mundiales de Doha con un tiempazo de 9.76, sexta mejor marca de todos los tiempos. La presentación fue espectacular, el nivel de los participantes también, pero todo queda empañado al ver que el estadio estaba vacío.
En un recinto de grandes dimensiones como el Khalifa Stadium, con un aforo de 80.000 localidades, menos de 10.000 presenciaron una de las citas más esperadas del Mundial. Poco le importó a Coleman, que corriendo por la cuarta calle cogió la delantera desde los primeros metros, sin que los rivales pudiera poner en cuestión su abrumador dominio. Gatlin fue segundo y De Grasse tercero.
En el resto de finales, los oros se los llevaron la estadounidense DeAnna Price en lanzamiento de martillo (77,54 metros), la holandesa Sifan Hassan en 10.000 metros (30:17.62) y el jamaicano Manda Gayle en salto de longitud (8,69 metros).
Un maratón agónico
En la jornada inaugural del viernes, aunque fuera ya de madrugada, la keniana Ruth Chepngetich conquistó en la caldera de la bahía de Doha el maratón de la supervivencia y se colgó el primer oro de los Mundiales. Un ataque en el km 35 la dejó sola en cabeza cuando marchaba en un cuarteto y terminó venciendo con 2h32:43 (la peor marca ganadora en la historia de los campeonatos), seguida de la campeona anterior, la bahrainí nacida en Kenia Rose Chelimo (2h33:46)), y de la namibia Helalia Johannes (2h34:15).
Como se preveía, las condiciones climáticas fueron dantescas: 33 grados y 73 por ciento de humedad. Si en Londres 2017 abandonaron 14 de 92 (15 por ciento), en el infierno catarí arrojaron la toalla 25 de 68 (37 por ciento). Y la polémica está servida, porque la medida anunciada de sacar la bandera negra para suspender la competición si la temperatura pasaba de 28 grados no se cumplió. El Termómetro de Globo de Bulbo Húmedo (WBGT) marcaba 29,5ºC pero el director de competición decidió seguir adelante con la carrera pese a lo extremo de la situación.