AL político francés Éric Woerth, dos veces ministro por el derechista UMP, se le conocía su afición a la mon- taña alpina que solía frecuentar con guía, además de su implicación en un caso de financiación ilegal junto al inefable Sarkozy, el llamado “caso Oreal”. Ahora el diario británico “The Guardian” le pone en evidencia publicando su tuit de una ascensión guiada a la Aiguille d´Argentiere. En ella se ve al político en una fuerte pendiente de hielo, componiendo una figura a todas luces exageradísima para los ojos de cualquiera experimentado en montaña y, al parecer, para una mayoría de tuiteros que se burlan con saña de la pretenciosa foto, llamando la atención sobre el cierre de la cremallera que cuelga, como no, en un ángulo que debiera ser acorde con la gravedad pero que no lo es y otros detalles. Eric se defiende llamando en auxilio a su guía de montaña, el cual certifica que es experto alpinista, aunque una cosa no tendría que ver con la otra. Comentarios de la gente: «Soy el glaciar y confirmo que Eric me escaló», «¡Los políticos son desesperantes!», «Incluso de vacaciones mienten, es su segunda naturaleza». Otro replica «¡No, no, la primera!», todo ello acompañado de innumerables memes. Yendo a otra cosa, el ayuntamiento de Zermatt ha elevado una protesta lamentando el nombre dado por el Gobierno británico a la operación de rescate de decenas de miles de turistas estancados en el extranjero por la quiebra del operador Thomas Cook: “Operación Matterhorn”.