Alberto Matxain
JOPUNTUA

La beltranización de Carlos Pérez-Nievas

Personajes fascinantes habitan la derecha navarra. Iñaki Iriarte, parlamentario de Navarra Suma que condena abiertamente el franquismo, participó a finales de agosto en una comida en el contexto del homenaje a un combatiente franquista en Leitza. Pocas semanas después, hizo acto de presencia en la presentación del libro “Bajo tierra. Exhumaciones en Navarra” junto a numerosos familiares de fusilados por el franquismo. Todavía no lo ha explicado y, créame, Sr. Iriarte, a pesar de que su cinismo y su gusto por la provocación y el barro son bien conocidos, no es fácil de entender.

El que está mostrando una faceta desconocida es el también parlamentario de Navarra Suma Carlos Pérez-Nievas. En pocos años ha pasado de ser un miembro destacado de CDN, firme defensor del hecho diferencial navarro, a ser uno de los líderes locales de C's, partido antiforalista y uniformizador. La metamorfosis no termina ahí. Si en CDN no pasaba de ser un político gris al uso, ahora está destacando por sus mensajes provocadores.

Aquel consejero de Educación del Gobierno de Miguel Sanz que hace once años puso en marcha Euskarabidea, que llevó el modelo D a Aranguren, Belaskoain, Galar y Noain y que terminó siendo expulsado del Gobierno por votar a favor de incluir dichas localidades en la «zona mixta», ahora utiliza los avances que llevó a cabo el Gobierno del Cambio en materia de euskara para zumbar a diestro y siniestro. En sede parlamentaria ha llegado a exigir el C1 –de euskara, no de castellano– a los parlamentarios de EH Bildu y Geroa Bai (ridículo), pero también ha hecho uso de un discurso que alimenta la euskarafobia entre las clases más desfavorecidas de la Ribera (inaceptable).

Se me ocurre que la razón de la transformación es que no es tiempo de políticos de derecha clásicos ni de ideologías o principios, sino de bocazas con discursos peligrosos. Y los buenos trepadores saben adaptarse; Ana Beltrán, la montapollos foral, ha medrado en el PP. Veremos cómo le va a Carlos Pérez-Nievas.