Quizá es demasiado tarde para Junqueras, ya condenado e inhabilitado por el Supremo, pero la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sobre la inmunidad de los eurodiputados puede acabar abriendo las puertas del Parlamento comunitario a los exiliados Carles Puigdemont y Toni Comín, que no han sido condenados. De momento, lo que se conoció ayer es la opinión del Abogado General de la Unión Europea, Maciej Szpunar, cuyo dictamen no es vinculante pero sí que suele marcar la decisión final que adopte el TJUE.

Antes de seguir, una previa. El BOE proclamó los resultados de las elecciones europeas el pasado 14 de junio, y en el listado oficial de electos constaban Junqueras, Puigdemont y Comín. Es decir, fueron proclamados eurodiputados. Sin embargo, el Supremo considera que uno no puede ser nombrado antes de jurar la Constitución y recoger el acta ante la Junta Electoral Central, situada en el Congreso. Aquí empezó el despropósito: a Junqueras se le negó el permiso penitenciario para acudir a recoger el acta –sí que se le otorgó como diputado del Congreso–, y a Puigdemont y Comín se les quiso obligar a viajar a Madrid a jurar la Constitución. Es decir, a los exiliados se les exigió lo que se le impedía al encarcelado.

Cabe subrayar que si Junqueras –entonces en prisión preventiva– hubiese adquirido el acta de eurodiputado, hubiese gozado de inmunidad parlamentaria, obligando al Estado a ponerlo en libertad, ya que la inmunidad solo la puede retirar el propio Parlamento Europeo.

La defensa optó entonces por pedir al juez Manuel Marchena, del Supremo, que plantease una cuestión prejudicial al TJUE, algo a lo que el magistrado accedió, pero separando la pieza de la causa general sobre el 1-O –para poder dictar sentencia–. Es sobre esta cuestión prejudicial sobre la que se pronunció ayer el Abogado de la UE.

¿Qué dice el abogado?

Viene a decir tres cosas. La primera es que «una persona proclamada electa al Parlamento Europeo por la autoridad competente» adquiere la condición de europarlamentario «independientemente de cualquier formalidad ulterior». Es decir, la jura de la Constitución no es una condición para adquirir la condición de eurodiputado, por lo que Junqueras, que sí que fue proclamado por la JEC –tal y como recogió el BOE–, tenía que haber podido acceder al cargo.

En segundo lugar, el abogado defiende que la inmunidad entra en vigor «con la apertura del primer periodo de sesiones del nuevo Parlamento», algo que en esta legislatura ocurrió el 2 de julio. Es decir, Junqueras debió ser puesto en libertad, porque según el informe conocido ayer, «las autoridades del Estado (...) están obligadas a abstenerse de adoptar cualquier medida que pueda obstaculizar los trámites del miembro del Parlamento (...) y a suspender las medidas que ya estén en curso».

Y tercero: como el TS ya ha dictado condena e inhabilitación, Szpunar cree que quizá sea demasiado tarde para pronunciarse sobre Junqueras. Sin embargo, Puigdemont y Comín, que no han sido condenados y se encuentran en similar situación en cuanto a su condición de eurodiputados, podrían salir beneficiados si el TJUE da por buena la opinión del Abogado.

El Parlament se anticipa: la autodeterminación es imparable

Mientras Tsunami Democràtic protestaba a lo largo del país, el Parlament aprobó ayer una moción de la CUP en favor de la autodeterminación. No era la primera vez que la Cámara catalana reivindicaba el derecho a decidir. Precisamente, se cumplen treinta años de la primera iniciativa en este sentido, cuando la Esquerra Republicana de Ángel Colom y Carod-Rovira consiguió que el hemiciclo expresara sin tapujos que Catalunya no renuncia a ejercer la libre determinación.

La moción de ayer, en cambio, tuvo la novedad de lanzar un aviso al futuro Ejecutivo español que se vislumbra con el acuerdo entre PSOE y Podemos, a la vez que buscaba reafirmar la legitimidad del pueblo catalán para coger las riendas de su futuro.

Con esta intención, el texto se presentó antes que el Tribunal Constitucional suspendiera su tramitación, sobre la cual el Gobierno español ya había presentado un incidente de ejecución la semana pasada.

Pese a la advertencia, el documento prosperó sin problemas: solo fue rechazado por los Comunes, incómodos ante el desiderátum de poner en la agenda una promesa que Pablo Iglesias ha preferido olvidar, al tiempo que PSC y PP optaron por no votarlo. Ciudadanos decidió, como en otras ocasiones, ausentarse de la Cámara.

El independentismo recupera así la autodeterminación como bandera para otro pulso con los tribunales que, si nada lo impide, pondrá nuevamente a prueba las costuras del Estado.Àlex ROMAGUERA