Imparable y agónico, sinónimos del Bidasoa-Irun
Empata en los últimos segundos y se clasifica como primero de grupo.
BIDASOA-IRUN 32
SPORTING CP 32
Imparable. Es el nombre que da título al segundo album de Mandrágora Negra, grupo de heavy metal de Irun. Y agónico. Es el final del encuentro entre Bidasoa-Irun y Sporting CP que decidió el gol de un extraordinario Kauldi Odriozola en los últimos segundos para poner el 32-32 y el pase a la siguiente ronda como primeros de grupo.
Parece que el grupo de Moi y los suyos pusieron ayer la banda sonora en Artaleku, porque Bidasoa-Irun sigue de esa manera, imparable, en la Champions League. Empató con el Sporting CP, tal vez el equipo en mejor forma del grupo, sigue invicto en la máxima competición continental y se aseguró el liderato a falta de una jornada. Y ya conoce quién será su próximo rival en la siguiente fase: el Orlen Wisla Plock de Polonia.
Y eso que las cosas comenzaron cuesta arriba a las primeras de cambio. Un parcial de 0-3 para los portugueses hizo remar a contracorriente a los irundarras. Menos mal que ahí estuvo vivo Sergio de la Salud, anotando tres seguidos –más otro de Zabala– para poner el 4-5.
Sin embargo, otro gol visitante obligó a pedir el primer tiempo muerto del Bidasoa-Irun (6-4). Desde ese descanso hasta el siguiente, solicitado por el técnico del conjunto luso, el equipo guipuzcoano logró voltear el marcador gracias a una gran parada de Xoan Ledo y al gol de Kauldi Odriozola (9-8, m.16).
En ese momento el Sporting perdió posesión y el Bidasoa jugó sus mejores minutos de la primera parte. Los de Cuétara aprovecharon la exclusión de un rival con un parcial de 2-1, el segundo gol una obra de arte de Crowley desde el extremo, dándole efecto al balón (11-9).
Xoan Ledo, con sus paradas, Kauldi, con sus golazos desde todos los lugares, Iker Serrano y de nuevo Sergio de la Salud aumentaron el marcador al 15-11, pero los lusos sacaron rédito de una exclusión propia y al descanso se llegó con empate a 16.
¿Misión imposible?
Poco antes de irse a vestuarios, mientras limpiaban la pista por el sudor de un jugador, en Artaleku sonaba “Misión Imposible”, como premonición de lo que sería la segunda parte. Arrancó negativo para el Bidasoa-Irun, con un parcial en contra de 1-4.
Sin embargo, Kauldi comenzó su espectáculo anotador (acabó con 8 goles), hombres como Azkue y Crowley le secundaron, y mantuvieron el marcador con constantes empates hasta que el 29-31 y el 30-32 alertó a la parroquia irundarra. Entonces anotó Barthe, Rangel detuvo un disparo a falta de 8 segundos con el 31-32 y, tras el inteligente tiempo muerto solicitado por Cuétara, Kauldi marcó el histórico gol para el deleite de todo Artaleku.