Ander Barrenetxea paga en su proyección las contradicciones de un club que ha dejado de apostar por la cantera, pero ha subido jugadores jóvenes al primer equipo para intentar aparentar lo contrario. A sus 17 años ha visto frenada su progresión porque un chaval en edad juvenil necesita jugar más que ninguno y suma 26 minutos en los primeros 14 partidos de esta temporada sin que pueda jugar tampoco con el filial por la decisión de darle un dorsal en la primera plantilla que no ha estado acompañada de la apuesta por él que justificaría esta medida.

Solo ha participado en cuatro encuentros y nunca ha jugado más de los once minutos de los que dispuso ante el Getafe. Además, jugó nueve en el primer partido contra el Valencia, siete contra el Betis y unos segundos en Vigo, donde salió al campo en el minuto 95 para perder tiempo. Desde ese día, el 27 de octubre, no ha jugado ningún minuto en los últimos cuatro partidos y en el último ni llegó a entrar en la convocatoria.

El fichaje de Portu por diez millones de euros sin prescindir de Januzaj y tener en la otra banda a Mikel Oyarzabal han demostrado lo que ya se podía temer en verano, que era un error darle dorsal de la categoría superior porque a sus 17 años debía jugar en el filial cuando no fuera a hacerlo en el primer equipo, con el que podía entrenarse igual que lo hace ahora.

La dirección deportiva de la Real deberá replantearse su situación con la llegada del mes de enero para cambiar su ficha, que le permite cobrar más por contrato, pero que le frena su proyección deportiva.

El caso de Oskitz Estefanía

La Real, en este caso Roberto Olabe, tiende a repetir errores del pasado porque algo parecido a lo que ha decidido con Barrenetxea, el director de Fútbol lo realizó con Oskitz Estefanía, el jugador que más ha destacado en categorías inferiores en Zubieta en las últimas décadas.

Roberto Olabe apostó fuerte por el pasaitarra en su primera etapa de director deportivo al hacerle un gran contrato porque el Barcelona quería llevárselo a la Masía. Meses antes de que cumpliera 17 años lo subió al Sanse y, como el chaval respondió y marcó ocho goles y llegó a debutar con el primer equipo, al año siguiente ya lo ascendió a la primera plantilla y solo jugó 64 minutos en tres partidos.

A pesar de que él sí tenía ficha con el Sanse, no jugaba con ninguno de los dos equipos y en enero fue cedido al Eibar, entonces club convenido, en Segunda y solo jugó 315 minutos. Tras el cambio de dirección deportiva con la llegada de Miguel Fuentes, Oskitz volvió al Sanse, tuvo la primera de las tres graves lesiones en una rodilla y no volvió a jugar en las dos primeras categorías. Fue cedido al Eibar y al Eldense, volvió y con 22 años todavía jugaba en el Sanse. Tras desvincularse de la Real pasó en Segunda B por el Ecija y por la Arandina, donde en Tercera volvió a sentirse futbolista para contribuir al ascenso hasta que la tercera grave lesión de rodilla le obligó a dejar el profesionalismo. Volvió a jugar de otra manera en el Berio, con el que subió a Tercera, lo que motivó su conversión como segundo filial.

En su caso influyeron las lesiones, pero es el mismo ejemplo de que no hay que querer acelerar una progresión salvo que se apueste de verdad. Un joven debe jugar y desde enero Barrenetxea tiene que hacerlo.

Los últimos canteranos no superan los 263 minutos

La Real ha subido al primer equipo en las dos últimas temporadas a siete canteranos –Martín Merquelanz, ahora cedido en el Mirandés tras su grave lesión de la pasada temporada, Luca Sangalli, Andoni Gorosabel, Andoni Zubiaurre, Ander Barrenetxea, Aihen Muñoz y Ander Guevara– y ninguno de estos jóvenes supera los 263 minutos jugados por el lateral navarro en las tres primeras jornadas. Desde la llegada de Monreal no ha vuelto a participar.

Zubiaurre recibe muchos elogios de Imanol en las ruedas de prensa. Cuando se le ha preguntado por Moyá y Remiro, siempre ha respondido que tiene tres grandes porteros, pero el canterano no ha sido convocado para ningún partido.

Andoni Gorosabel ha jugado 147 minutos repartidos en los dos partidos disputados en Anoeta ante Alavés y Levante en medio de semanas de tres encuentros en las que Imanol quiso dar un descanso a Joseba Zaldua. No ha sido convocado a la mitad de los partidos. Ander Guevara ha jugado 231 minutos en cuatro encuentros, tres como titular en casa con Alavés, Getafe y Betis favorecido por la baja de Asier Illarramendi. Luca Sangalli lleva 187 en seis partidos, dos como titular ante Levante y Granada. Y el problema es que este año la Copa se juega a un solo partido y cuesta creer que Imanol vaya a dar la oportunidad a estos jóvenes en el partido contra el Becerril.J.I.