A través de un vídeo grabado en el vestuario del Kielce y portando una camiseta de Bidasoa Irun con el número 13, Julen Aginagalde desveló que la próxima temporada jugará en la escuadra irundarra, 14 años después. «Cambiaré de equipo, pero no de colores», indicó en su anuncio.

Minutos después, el propio club confirmó la noticia de que su paisano regresará a la entidad que le crió como jugador de balonmano. Aginagalde ocupará el hueco que dejará el chileno Esteban Salinas, al que Bidasoa ya ha comunicado que no renovará su contrato.

El conjunto guipuzcoano disputa hoy su último partido de la fase de grupos de Champions ante el Rabotnik –Sports Hall Mladost, 17.30–, con el único aliciente de mantenerse invicto en la competición continental. Su técnico, Jacobo Cuétara, va a oxigenar a la plantilla, dado que Kauldi, Azkue y Rodrigo Salinas se quedaron en casa, viajando en la expedición los jóvenes canteranos Gorka Nieto y Martín Santano.

Ante el farolillo rojo

Con objetivos más modestos, pero no menos importantes, Helvetia Anaitasuna se mide al colista Cangas –O Gatañal, 17.30–, con la necesidad imperiosa de sumar puntos, después de hincar la rodilla en las dos últimas jornadas ligueras y encontrarse en una delicada situación clasificatoria.

El preparador del cuadro navarro, Iñaki Aniz, cuenta con todas sus piezas disponibles para el choque y señaló que espera «un partido determinante», en el que una de las claves residirá en saber frenar a los jugadores veteranos del equipo gallego, «quienes pueden decantar la balanza»