El convenio será una realidad en enero
Sindicatos y patronal firmaron ayer un preacuerdo. El documento definitivo se oficializará el 15 de enero.
Tras catorce meses de negociaciones, una treintena de reuniones, una jornada suspendida por la huelga de futbolistas, la mediación del SIMA y de la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Madrid, el convenio del fútbol femenino es una realidad. O lo será el próximo 15 de enero, cuando se firme el documento definitivo en base al acuerdo que alcanzaron ayer sindicatos y patronal, tras una última reunión que se prolongó durante más de diez horas en la fecha que ambas partes se habían marcado como límite.
El documento que se firmará dentro de tres semanas, que tendrá carácter retroactivo ya que el convenio se aplicará desde el pasado 1 de julio, toma como base la propuesta de mediación realizada por Trabajo hace poco más de un mes y cuya aceptación por las dos partes tuvo como primer efecto la suspensión de la huelga que había llevado a suspender la novena jornada de Liga en Primera.
Con 43 puntos y varios anexos, el convenio responde a las principales reivindicaciones de las futbolistas –aunque, al contrario de AFE y Futbolistas ON, el sindicato UGT, prácticamente irrelevante en el sector, no ha rubricado el acuerdo–, aunque estas se han visto rebajadas en algunos casos, desde su planteamiento inicial, en el transcurso de las negociaciones.
Las «líneas rojas», expresión frecuentemente utilizada por la representación sindical, se respetan, obviamente. Es decir, el salario mínimo se establece en 16.000 euros brutos anuales y la jornada mínima en el 75%, con lo que ninguna futbolista percibirá menos de 12.000 euros anuales. En el caso de las futbolistas que ya se sitúan entre los 16.000 y los 30.000 euros anuales pero con una parcialidad inferior a la pactada, ésta se incrementará hasta el 75% mínimo pero, al margen de cuál sea su sueldo actual, sólo se incrementará en 2.000 euros.
En lo que respecta a las jugadoras del filial, otro de los puntos en los que los sindicatos no estaban dispuestos a ceder, doce convocatorias con el primer equipo o la participación en dos partidos supondrá su inclusión en el convenio.
El convenio también regulará las vacaciones, las diferentes retribuciones por invalidez, la cobertura del cien por cien en caso de baja o incapacidad, los protocolos sobre acoso y embarazo o la posibilidad de que una futbolista pueda renovar una temporada adicional en las mismas condiciones que tenía en caso de embarazo. Igualmente se incluyen el plus de antigüedad, los acuerdos y porcentajes en caso de traspaso y cesión o el derecho de explotación de imagen por parte de las futbolistas.
El convenio, que se aplicará a esta temporada al completo aunque se vaya a firmar cuando ya se haya disputado más de la mitad, podrá ser prorrogado en su totalidad de temporada en temporada si alguna de las partes no lo denuncia al menos tres meses antes de que expire.
Falta por saber cómo van a hacer frente los clubes al incremento de gastos que les supondrá la aplicación del convenio. Paralelamente a sus negociaciones con las futbolistas, la patronal ha seguido trabajando con la Federación Española. Su objetivo es poder acogerse al Programa Elite, que les garantizaría unos ingresos de 500.000 euros –menos ya, con media temporada disputada–, pero mantener también los acuerdos que tienen firmados con Mediapro los clubes de la ACFF o bien acogerse a la propuesta alternativa que ofreció la propia productora y a la que la Española se ha mostrado reticente.