IRRIBAR.-REZUSTA 20

LASO-ALBISU 22

Unai Laso y Jon Ander Albisu cerraron la primera vuelta con un tercer punto que les permite alcanzar en la tabla a sus ayer rivales Iribarria-Rezusta en un extraño y alocado partido en el que fueron los zagueros, especialmente un gran Jon Ander Albisu, los que pusieron la solidez ante la incosistencia de sus respectivos delanteros.

Una primera pelota enviada a la contracancha no era el mejor presagio, pero ayer sí, Jon Ander Albisu tiró de galones en un momento crítico y jugó su mejor partido del campeonato, pegando, pero, sobre todo, mandando y dirigiendo sobre la cancha a Unai Laso.

No le estuvo tan por detrás un Beñat Rezusta de menos a más, sobre todo en la segunda parte del choque, cuando con su pelota estuvieron muy cerca de enmendar el fiasco de un nefasto arranque de partido, pero el gancho desde el cuatro y cuarto que se marcó en el 20-20 y la diligencia mostrada a continuación en un tanto para la videoteca hicieron que el ataundarra fuera el verdadero capataz del Labrit, en lo que fue toda una oda a la incosistencia en los cuadros alegres.

La metamorfosis

Y es que ese brillante y emocionante final puede ser lo que perdure, pero no puede pasar por encima de la inestabilidad que marcó un partido voluble, de los que cuesta describir.

Porque en el arranque dio la sensación de que iba a ser un paseo triunfal para los de Baiko, que aprovecharon la ternura de unos rivales muy blandos para escaparse 3-11, con un Irribarria sin protagonismo en ataque y ofreciendo excesivas facilidades en defensa.

Sin embargo, un hasta entonces activo y entonado Unai Laso se contagió y ofreció debilidades que cerca estuvieron de costarles un disgusto cuando parecían tener todo bajo control. Por momentos, los campeones de 2017 se reencontraron en la cancha, Rezusta pasó a mandar, con su delantero acompañándole en ese cometido y acariciaron el cuarto punto tras adelantarse 20-18 tras un voleón y un saque del de Arama. Sin embargo, la falta de consistencia no fue algo pasajero y Albisu se encargó de echar el hormigón a los cimientos de su tercer punto.