ATHLETIC 0

BARCELONA 3

El Barcelona cierra la primera vuelta confirmando que ha entrado en otra dimensión. Ni siquiera el Atlético, al que tampoco le tiembla el pulso a la hora de reforzarse, es capaz ahora mismo de seguir el ritmo del equipo catalán que, tras cuatro años de sorprendente espera, camina con paso firme hacia su quinto título. Los siete puntos de ventaja sobre las colchoneras y la sensación de que tiene calidad y alternativas para hacer frente a cualquier rival hacen impensable ahora mismo cualquier otro final diferente a su victoria.

Ayer le tocó comprobarlo al Athletic. En su estadio, apoyado por más de 30.000 seguidores, en buena racha y respondiendo a la interrogación que siempre abren los parones con una muy buena actuación, el equipo vizcaino vio cómo el líder se llevaba los tres puntos con tres zarpazos de calidad imposibles de contrarrestar.

Hasta que, entrada la segunda parte, una gran acción individual de Mariona Caldentey acabó con la igualada, el equipo de Ángel Villacampa se había permitido soñar con convertirse en el primero en tumbar al Barcelona esta temporada. Y eso que el choque empezó con el balón anclado a la parcela local. La táctica del Athletic era evidente, aguantar atrás ante un rival al que le gusta mandar, para buscar algún robo de baón que la velocidad de Lucía y Azkona y el ojo de Erika y Oroz pudieran explotar. Y, efectivamente, aunque De La Nava también tuvo que trabajar, las mejores, aunque pocas, ocasiones llegaron en el área culé. Sobre todo con una vaselina de Oroz, un disparo de Erika y el ajustadísimo remate de Lucía con el que acabó el primer acto.

El partido no varió demasiado hasta el descanso. Hasta que Mariona Caldentey se fue pese a la presión de Valdezate y Erika para inventarse el golazo del 0-1. Los dos técnicos apostaron por meter más madera. Y poco faltó para que primero una combinación Nekane-Erika y después un cabezazo de Yulema llevaran el empate al marcador. Pero fueron los recambios blaugranas los que marcaron la diferencia. Oshoala cabeceó primero un centro de Hamraoui y, en los últimos minutos, cerró el marcador con un chutazo imparable.