Maite UBIRIA BEAUMONT
BAIONA
ELECCIONES MUNICIPALES EN EL ESTADO FRANCÉS

Un escrutinio complejo y una cita de alto riesgo para los partidos

Tras las elecciones europeas de 2019, en las que Emmanuel Macron salió mejor parado de lo que cabía esperar, los comicios municipales de marzo son todo un test cara a vislumbrar el anclaje territorial de su proyecto reformador. Ello en un contexto de fuerte contestación social y con un sistema electoral que dificulta la estrategia partidaria.

Los próximos 15 y 22 de marzo los electores del Estado francés están llamados a designar a los 500.000 electos municipales en cuyas manos quedará la nominación de las alcaldesas o los alcaldes de las 34.970 entidades locales existentes a día de hoy en el Hexágono.

El escrutinio de las elecciones locales, que se desarrollan a dos vueltas, varía en función del censo. Así, los ciudadanos de localidades con 1.000 o más habitantes determinarán con una misma papeleta no solo sus cargos municipales sino también los electos que les representarán en las mancomunidades.

En el caso de Euskal Herria, ese segundo voto servirá para elegir a los delegados que ejercerán en la Mancomunidad Vasca a partir de marzo.

Siguiendo con los entresijos del escrutinio, en las localidades de menos de 1.000 habitantes (72% de entes locales del Estado francés) el escrutinio es plurinominal, mayoritario y a doble vuelta. Los candidatos componen su plancha, pero los electores pueden combinar distintas listas («panache»), suprimiendo o añadiendo nombres. En los municipios que cuentan con 1.000 o más residentes (28% del total hexagonal) la votación es por listas, a dos vueltas y mediante sistema proporcional aunque con prima mayoritaria. Es decir, al final de la segunda vuelta, la lista que ha llegado primera, aunque sea por un solo voto, obtiene la mitad de los puestos de la corporación. La otra mitad se reparte, de forma proporcional, entre el resto de fuerzas que hayan logrado al menos el 5% de los sufragios.

Paridad, solo en la papeleta

En este caso el escrutinio se realiza en base a listas cerradas y en las que debe haber tantos hombres como mujeres, algo que no ha evitado que, tras el precedente escrutinio de 2014, solo el 17% de los alcaldes del Estado francés sean mujeres.

En marzo, los residentes de la Unión Europea podrán votar y también ser elegidos, situación que afecta, por lo que nos toca más cerca, a los ciudadanos de los cuatro territorios del sur vasco que residen al norte del Bidasoa y hayan complementado el trámite de inscripción electoral. Hoy es el último día para acudir al Ayuntamiento e inscribirse en el censo.

A partir del lunes 10 empezará otro trámite, el del depósito de candidaturas. Quienes aspiren a integrar los nuevos ayuntamientos deberán registrar sus listas en las prefecturas, para lo que tienen de plazo hasta el 27.

A las puertas de que los aspirantes oficialicen sus candidaturas, en París, la polémica acapara el debate preelectoral.

La circular emitida por el Ministerio de Interior francés, en el sentido de que solo se tenga en cuenta a efectos de asignar una etiqueta de identificación partidaria o ideológica a las candidaturas a las localidades de 9.000 o más habitantes, encendía la mecha y el propio Consejo de Estado optaba por intervenir, obligando a recular al ministro Christophe Castaner.

Para la oposición, pero también para representantes de entidades públicas dedicadas a la sociología electoral, esa pauta establecida por Interior podía beneficiar a La République en Marche (LREM), ya que la marca creada en 2017 para aupar a Emmanuel Macron al Palacio del Elíseo tiene más fuerza en las ciudades mientras que su implantación en localidades menos pobladas es poco sólida.

Por aportar algunas referencias, en el Estado francés solo hay 42 entidades municipales de más de 100.000 habitantes, mientras que existen 30.000 de menos de 3.500 habitantes.

Nebulosa sobre los resultados

No tener en cuenta, a efectos de cómputo de resultados, a las localidades menos pobladas, dado que en las mismas las prefecturas no tendrían la obligación de atribuir a los candidatos etiquetas partidarias o ideológicas concretas, habría podido ocasionar, de acuerdo a ese dictamen, «una alteración de la lectura del voto de los ciudadanos».

¿Por qué el Gobierno asumió el riesgo de incurrir en una falta grave en términos de credibilidad electoral con esa circular en la que, para cubrir con una nebulosa sus resultados, planteaba además otros atajos como incluir en el cómputo global, pongamos de su partido, LREM, a electos de otra sigla pero apoyados por los de Macron?

Tras recibir la reprimenda de la institución encargada de velar por el respeto a las reglas del juego en los comicios, el Gobierno reformista optaba por corregir la circular –se restablecerá, si no hay nueva pirueta, la barrera de 3.500 habitantes– y, de paso, se enmendaba a sí mismo, en lo que viene siendo ya una práctica bastante recurrente, ante la suma de errores políticos y fallas varias de comunicación que acumula el Ejecutivo en los últimos tiempos.

El desencuentro sobre el modo de computar los datos ha permitido a la oposición apuntarse un primer tanto, a escaso mes y medio de un escrutinio cargado de peligros, para la mayoría gubernamental, pero también para buena parte de las fuerzas de obediencia estatal, incapaces de superar sus luchas internas y de ensayar propuestas convincentes, cara a dibujar una alternativa a Macron sin pasar, a poder ser, por la ventanilla de la extrema derecha.

Ministros a la línea del frente

Macron ha debido empujar a algunos ministros a que concurran a las municipales, cuando no terciar en conflictos por la aparición de candidatos disidentes, como en París.

Con todo, finalmente una docena de cargos ministeriales deberían dar el paso al frente y buscar la elección como alcaldes, lo que deja a Macron las manos libres para hacer mudanza en su Gabinete a partir del 22 de marzo. Práctica habitual cara a enjugar la mala imagen derivada de la adopción de medidas políticas impopulares.

El propio primer ministro, Edouard Philippe, retornará en misión electoral al norte, para tratar de reconquistar Le Havre.

La jugada no está exenta de riesgos. Su antiguo partido, Les Républicains (LR), ya ha hecho saber que no le dará su apoyo, lo que puede complicar sus planes. Con algunos compañeros de Gabinete, caso de Bruno Le Maire, calentando en el banquillo, si no gana la elección local la situación del actual jefe de Gobierno y portavoz oficial de la polémica reforma de las pensiones será más que delicada.

De vuelta a tierras vascas, en Biarritz, Macron ha sacado de la liza a dos cargos de su Gabinete, empeñados en competir en dos listas distintas. Con todo, el alcalde y aspirante a la reelección, Michel Veunac, sigue sin ganarse del todo el apoyo de la célula macronista local, lo que debilita su posición de partida. En Baiona, LREM se situará, al igual que LR, detrás de Jean-René Etchegaray, que conserva el carnet de una formación minimalista llamada UDI y aspira a renovar el cargo municipal que logró en 2014 y que le llevó en enero de 2017 a presidir la Mancomunidad Vasca.

Anne Hidalgo defiende París

Sobre la plantilla estatal, a la derecha, Les Républicains aspiran a conservar ciudades en las que gobiernan desde hace años (Burdeos, Marsella, Toulouse…) y a conservar algunas de las que cayeron de su lado en 2014, gracias, en gran medida, a la hecatombe del Partido Socialista.

El PS, que hoy gobierna 225 ciudades de más de 10.000 habitantes, volverá a librar una lucha a vida o muerte. Tratará de amortiguar el peso de esa caída manteniendo a Anne Hidalgo como alcaldesa de París. Si además logra preservar feudos históricos como Lille, Rennes o Nantes, hasta podrá vender que ha logrado detener la sangría.

Con un PS condenado, de facto, a ejercer de animal de compañía, los ecologistas aspiran a levantar la ola verde desde el mapa local, impulsados por el buen resultado en las europeas.

El estancamiento de la France Insoumise es un hecho y, en vista de ello, la mejor opción para su káiser, Jean-Luc Mélenchon, sería marcar perfil bajo en la campaña y no perturbar el trabajo de esa base comunista «de siempre» que, a la chita callando, es capaz, elección a elección, de retener no menos de una treintena de alcaldías de más de 30.000 habitantes.

Ese logro adquiere rasgos de heroicidad cuando, en muchos casos, se trata de localidades o distritos urbanos que ofrecen el rostro más abrupto de la precaricación social, esa en la que pesca con pelágica la ultraderecha de Marine Le Pen, para quien estos comicios son solo una estación de paso, que sirve para seguir colonizando espacios y marcos discursivos, cara a las presidenciales de 2022.

Iparraldeko auzapez gehienak berriro ere aurkeztuko dira

Lapurdiko, Nafarroa Behereko eta Zuberoako hogei bat auzapezek oraindik ere argitzeke dute martxoko hauteskundeetan parte hartzeko asmoa duten ala ez. Berrogei batek, aldiz, postua uztea deliberatu dute.

“Mediabask” astekariak eginiko behin-behineko kontaketaren arabera, beren asmoa azaldu duten Nafarroa Behereko auzapezen %68 berriz aurkeztuko dira, Lapurdiko %56 eta Zuberoko %53. Beraz, hiru auzapezetatik kasik bi postua atxikitzeko lehiatuko dira heldu den martxoaren 15ean eta 22an iraganen diren udaletarako eta Euskal Elkargorako bozetan.

Orotara 158 herritako auzapez hautatuko dituzte euskal boto-emaileek hauteskunde horietan, baita Euskal Elkargoko 232 delegatu ere, lehen aldiz.

Hiru hiriburuei erreparatuta, Baionan, bigarren legealdia egiteko xedez bere hautagaitza aurkeztuko du Jean-Rene Etchegarai auzapez zentristak. Emmanuel Macronen LREM mugimenduak eta LR eskuineko marka nagusiak haren zerrenda babestuko dute.

Alderdi Sozialista zatiturik dago Lapurdiko hiriburuan. Abertzaleak, ezker estatala eta ekologistak, ordea, batu egin dira Baiona Berdea eta Elkarkidea izena hartuko duen hautagaitzan.

Maulen, zentro-eskuinaren erreferentea Michel Etchebest da. Auzapezak hirugarren legealdia egiteko botoa eskatuko du. Ezkerrean aurkari bi izanen ditu aurrez aurre: batetik, Estatuko ezkerra biltzen duen Union Citoyenne zerrenda gidatzen duen Louis Labadot komunista eta, bestetik, Aitzina Maule hautagaitza ezkertiar eta abertzalearen zerrendaburu den Beñat Elkegarai.

Donibane Garazin, Alphonse Idiart auzapez kontserbadoreak erretreta hartuko du. Hiru agintaldi egin ditu, beraz, kasik bi hamarkadaz Nafarroa Behereko hiriburua gobernatu du. Zentro-eskuinaren botoa biltzeko xedez, Inchauspe bankari familia ezaguneko kide bat, Laurent Inchauspe, izanen da hautagai eta nafar eskuinaren lemazain gaztea.M. U.

Claves

Los números

500.000 cargos municipales y 67.000 representantes intercomunales.

Mandato

Los cargos municipales se eligen para un mandato de seis años, según un sistema de escrutinio complejo, con toques proporcionales y mayoritarios, en función del número de habitantes.

Censo anexo

En las elecciones municipales pueden ejercer el sufragio pasivo o activo los ciudadanos de la UE residentes en el Estado francés a condición de que se hayan dado de alta en el censo, trámite que finaliza este viernes 7.

Heterogeneidad

Las elecciones locales son un escrutinio que saca a la luz una realidad a menudo invisible. 30.000 localidades hexagonales tienen menos de 3.500 vecinos. Por contra, soólo 42 cuentan con más de 100.000 habitantes.

Paridad

Las listas electorales deben ser paritarias y en cremallera (hombre/mujer o a la inversa). Esa medida no ha evitado que, tras el precedente escrutinio de 2014, hoy solo un 17% de las alcaldías estén dirigidas por mujeres.

Alcaldes

Es el cargo público mejor valorado. La función está ejercida en el 60% de los casos por personas de más de 60 años de edad. El 80% de los miembros de los consejos municipales no percibe retribución económica.